Dr. Jorge A. Lera Mejía
No obstante que las remesas que nuestros paisanos envían a sus familiares, registran desde hace ocho años récords de incrementos año con año, sin embargo, se empiezan a notar signos de desaceleración o sobre calentamiento, motivado tanto por la propia crisis de estanflacion de Estados Unidos, como el fenómeno de rotación laboral que registran los sectores productivos, donde trabajan nuestros connacionales.
Por lo pronto, de acuerdo a los registros oficiales que reporta el Banco de México, los recursos enviados por los trabajadores residentes en el extranjero a sus familiares en México, siguieron marcando récords en este mes de enero, aunque por lo aquí citado, el dato también empezó a dar señales de desaceleración.
En este enero, México recibió tres mil 930.5 millones de dólares (mdd); si bien, una cifra inédita para los meses de enero desde que existe el registro de esta información, ese monto registró una baja entre lo recibido entre diciembre y enero, dado que las remesas disminuyeron 17.4% frente a los cuatro mil 760.4 mdd de diciembre del 2021.
Visto entre los mismos meses de enero 2021 y enero de 2022, las remesas de enero estuvieron por debajo de lo estimado por el consenso de analistas, el crecimiento fue el menor de 10 meses y la cifra estuvo por debajo de los cuatro mil millones de dólares por primera vez en casi un año.
Los ingresos ya llevan ocho años rompiendo récords anuales, los cuales han presentado crecimientos promedio anual de 20.7% en los últimos 21 meses. Vale recordar que las remesas recibidas en todo el 2021, alcanzaron la cifra inédita de 51 mil 594 mdd, por lo que representaron un crecimiento del 27.1% respecto al año 2020.
Un factor de impacto positivo, fue que la economía de Estados Unidos, logró una ligera pero continua recuperación de la crisis de la pandemia y se encuentra arriba de la media productiva de acuerdo con indicadores de consumo y producción industrial, lo que por ende, también ha fortalecido el empleo de los norteamericanos y de nuestros paisanos mexicanos.
Sin embargo, la misma recuperación ahora enfrenta retos como la inflación en EU, la normalización monetaria y una esperada desaceleración del PIB post covid y post la nueva guerra de Rusia contra Ucrania.
Además, no debemos olvidar que este récord tiene un mal sabor para México, porque representa el fracaso económico, que nuestro país no ha podido ofrecer oportunidades laborales a sus ciudadanos, que se ven obligados a migrar en condiciones de altísimo riesgo y discriminación.
Por este fenómeno, el actual gobierno federal ya se convirtió en el principal expulsor de migrantes, de acuerdo a datos del reciente año fiscal 2021, comprendido entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, donde al menos 608 mil mexicanos fueron detenidos por autoridades fronterizas de Estados Unidos, según datos del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Además, apuntó el pasado mes de enero, Enrique Díaz-Infante, director financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) que: «muchas de estas remesas provienen de jóvenes que están migrando, entonces México está perdiendo capital humano y que viven bajo riesgo de deportación, entonces es una fuente inestable de riesgos. No puedes cimentar en este tipo de ingresos el desarrollo hacia adelante”…