Por Mario Díaz
EL proceso electoral en Tamaulipas para la renovación del Ejecutivo Estatal se ha convertido en un verdadero duelo entre de poder entre el gobierno de la Cuarta Transformación y el de los Vientos del Cambio, lo que, simple y llanamente equivale a decir entre el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y el gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.
La pugna entre ambos mandatarios que data desde el inicio de la 4T se ha recrudecido a medida que se acorta el tiempo para la jornada comicial dominical del próximo 5 de junio. Obviamente, ni LÓPEZ OBRADOR ni CABEZA DE VACA aceptan tener injerencia en la competencia eleccionaria.
Perder políticamente en Tamaulipas significaría para AMLO sucumbir ante el mandatario tamaulipeco y se sumaría al ridículo de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Fiscalía General de la República y la Suprema Corte de Justicia de la Nación con relación al desafuero y orden de aprehensión.
En contraparte, sacar adelante a su candidato CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, incrementaría el bono político del jefe del Ejecutivo Estatal en la esquina noreste del país y, eventualmente, lo colocaría en la lista de probables presidenciables del Partido Acción Nacional en 2024.
Aunque, a decir verdad y a poco más de dos años de distancia, se antoja muy poco probable, por no decir imposible, que la oposición descarrile el proyecto futurista del gobierno de la Cuarta Transformación. En consecuencia, salvo su eventual participación en “la grande”, realmente es mínimo lo que GARCÍA CABEZA DE VACA obtendría si logra retener la gubernatura de los vientos del cambio.
Ahora que, si la decisión final de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, programada para el miércoles primero de junio, favorece a la Cámara de Diputados y su juicio de procedencia y, del mismo modo, avala la orden de aprehensión solicitada por la Fiscalía General de la República y otorgada por un juez Federal, el gobernador de Tamaulipas estaría en serio predicamento jurídico a escasos días de la jornada electoral.
El escenario ideal para GARCÍA CABEZA DE VACA sería que la SCJN determine que el fuero del Congreso local le proporciona la inmunidad procesal hasta en tanto finalice su mandato constitucional. De ser así, disfrutaría a plenitud las mieles del poder hasta el 30 de septiembre; de ahí en adelante, sin fuero constitucional, habrá de enfrentar los cargos fincados por la FGR.
Mientras tanto, como en su momento gobernaron con los códigos penal y fiscal en la mano MANUEL CAVAZOS LERMA y TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA, el actual mandatario FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA ha desatado una verdadera cacería en contra de sus opositores políticos.
Por supuesto que no se trata de comparaciones odiosas, sino simple y sencillamente equiparar las venganzas y excesos de los sexenios priístas con lo que actualmente ocurre en Tamaulipas con el panismo en el poder. Así de sencillo.
En franco reto a la Cuarta Transformación y violentando el reglamento del Instituto Nacional Electoral, el gobernador tamaulipeco sigue obsesionado en impedir una nueva alternancia política y preservar su mandato por otro sexenio con VERÁSTEGUI OSTOS como “cabeza de playa”.
Lo malo del caso-para CABEZA DE VACA-es que, si su equipo jurídico no logra nulificar los delitos que le imputa la Fiscalía General de la República y si se mantiene el de Delincuencia Organizada, de poco o nada le serviría tener un alfil en el Poder Ejecutivo Estatal.
Mientras se cocina y se decide la suerte del gobernador, cobran relevante interés las acciones jurídico-políticas con las que el gobierno de los vientos del cambio cerrará la campaña proselitista del candidato de la alianza Vamos por Tamaulipas que encabeza el ex secretario General de Gobierno.
Sería conveniente, por el bien de Tamaulipas y los tamaulipecos, que el resultado de la elección se decidiera en las urnas y no en los tribunales como consecuencia de conflictos postelectorales. Tal positivo escenario solo será posible siempre y cuando el conteo final de votos favorezca al triunfador por un margen que no deje lugar a dudas la decisión de los electores.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Todo parece indicar que, fiel a su compromiso con el partido Movimiento Ciudadano, el candidato naranja a la gubernatura de Tamaulipas, ARTURO DIEZ GUTIÉRREZ NAVARRO, no declinará en favor de ninguno de sus rivales políticos, lo que equivale a decir que no se sumará ni levantará la mano de CÉSAR o AMÉRICO.
Y hasta la próxima.
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