Por Mario Díaz
EL asesinato del periodista ANTONIO DE LA CRUZ, reportero del periódico Expreso de ciudad Victoria y coordinador de Comunicación Social del Partido Movimiento Social en Tamaulipas, sacudió nuevamente el gremio periodístico en el país y, además, desencadenó una serie de condenas por el cobarde crimen.
La acción premeditada que ejecutaron dos sujetos que tripulaban una motocicleta frente al domicilio del comunicador deja en claro la impunidad de los delincuentes para cumplir su macabra misión. Hasta el momento la Fiscalía General del estado de Tamaulipas continúa dando “palos de ciego” en torno al homicidio que traspasó las fronteras mexicanas.
Tras considerar que existen evidencias de que se trata de un delito cometido en contra de la libertad de expresión, la Fiscalía General de la República abrió una carpeta de investigación y atrajo el caso al ámbito federal.
El doceavo homicidio de periodistas en lo que va del año, no tan solo conmocionó a la sociedad tamaulipeca y al gremio en el país, sino que también enrareció aún más el ambiente político que se vive en la entidad, como consecuencia del resultado electoral del 5 de junio.
De entrada, el diputado local emecista GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ responsabilizó de inmediato del atentado al gobierno estatal que encabeza FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA. De acuerdo al legislador, una nota periodística relacionada con mal manejo de recursos económicos por parte del gobierno panista habría sido la causa del homicidio de ANTONIO DE LA CRUZ.
Sin embargo, como era de esperarse el mandatario estatal condenó los trágicos hechos y anunció que su gobierno empleará todos los recursos a su alcance para esclarecer los hechos y encarcelar a los responsables.
No obstante, durante la entrevista concedida a representantes de medios de comunicación en la explanada del Palacio de Gobierno, GARCÍA CABEZA DE VACA equivocó su información al declarar que era el primer asesinato de periodista que se registraba en su sexenio. El jefe del Ejecutivo estatal “olvidó” que el 13 de enero de 2018, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fue asesinado el periodista CARLOS DOMÍNGUEZ, y que el 29 de mayo de ese mismo año, en la capital del estado fue ultimado el corresponsal de Excélsior, HÉCTOR GONZÁLEZ ANTONIO.
Asimismo, quien se prepara para entregar la gubernatura el próximo 30 de septiembre, “olvida” que, justo al inicio de su administración dos periodistas “incómodos” para el naciente régimen sexenal-hombre y mujer-debieron abandonar el territorio tamaulipeco ante las amenazas de muerte recibidas.
Por cierto, ni tardos ni perezosos los diputados locales de la bancada panista anunciaron que solicitarán a la fiscalía estatal que cite a declarar a su homólogo de Movimiento Ciudadano, GUSTAVO CÁRDENAS GUTIÉRREZ, para que explique el porqué responsabiliza al gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA del atentado en contra del periodista ANTONIO DE LA CRUZ.
Ante la trascendencia del hecho, se da por descontado que la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas bajo la responsabilidad de IRVING BARRIOS MOJICA “ahondará la investigación” y presentará a los presuntos responsables (chivos expiatorios) para disminuir la presión política que enfrenta el gobierno de los vientos del cambio a escasos tres meses del arribo de una nueva alternancia partidista en la esquina noreste del país.
Derivado de la rivalidad política entre el gobierno federal y el estatal, la indagatoria de la FGR podría ser muy distinta a la hipotética investigación de la “fiscalía autónoma” de Tamaulipas.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Al margen de los motivos que originaron la cobarde agresión, la Asociación Nacional de Periodistas, Locutores y Comunicadores de los Estados Unidos que preside D.H.C. GILBERTO CORTEZ, y su representación en México que lidera quien abajo suscribe la calce, condenan enérgicamente el asesinato del colega ANTONIO DE LA CRUZ y exigen a las autoridades federales y estatales el esclarecimiento de los hechos y el arresto de los responsables.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx