Se dividen las “corcholatas”

-Claudia y Adán Augusto los consentidos de AMLO -Marcelo y Ricardo no gozan de la simpatía total -Candidato y presidente quien reciba la “bendición”

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Por Mario Díaz

TAL parece que la competencia interna por la candidatura presidencial de Morena ha colocado en bandos distintos a los legítimos aspirantes desde la perspectiva del “piso no parejo” o los “dados cargados”.

A juzgar por lo que se observa al interior del Movimiento de Regeneración Nacional y la postura misma del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR-con todo y que “niegue los cargos”-la realidad es que el cuarteto de “corcholatas” se ha dividido en dos.

Desde cierta perspectiva no es faltar a la objetividad precisar que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México CLAUDIA SHEINBAUM y el secretario de Gobernación ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, son los aspirantes que están más cerca del corazón de AMLO.

En una posición poco más lejana se ubican el secretario de Relaciones Exteriores, MARCELO EBRARD CASAUBÓN, y el presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado de la República, RICARDO MONREAL ÁVILA.

Los cuatro morenistas de altos vuelos y que son pilares en el gobierno de la Cuarta Transformación están etiquetados-hasta ahora- como las “corcholatas” que habrán de participar en la elección interna de Morena para definir al abanderado mediante el método estatutario de encuesta.

Sin embargo, por alguna razón, solo MARCELO EBRARD y RICARDO MONREAL son quienes exigen “piso parejo” a la hora de la selección del candidato presidencial, por lo que se infiere que algo saben o sospechan con relación a la práctica y no a la teoría una vez llegado el momento de elegir al sucesor del presidente LÓPEZ OBRADOR, obviamente, desde la óptica del partido guinda.

Al respecto, el huésped del Palacio Nacional ha sido reiterativo al señalar que no intervendrá ni dará “luz verde” a Morena y que la simple sospecha de que no hay piso parejo “es un menosprecio a la gente, porque ya nadie se deja manipular”.

No obstante, la verdad monda y lironda es que jefe del Ejecutivo federal será el fiel de la balanza al momento de designar a su sucesor que garantice la continuidad de la Cuarta Transformación. Y, desde esa perspectiva, solo dos, en equidad de género, mantienen ese requisito indispensable sin importar lo que diga la encuesta: CLAUDIA SHEINBAUM y ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ.

En efecto, dígase lo que se diga, lo cierto es que el presidente de la 4T confía plenamente en la jefa de Gobierno de la ciudad de México y el secretario de Gobernación. Primero mostró preferencia por CLAUDIA y, posteriormente, agregó a ADÁN AUGUSTO, su otro incondicional.

Pero, desde hipotético escenario ¿Por qué AMLO les haría “el feo” a MARCELO y RICARDO?

Veamos:

EBRARD CASAUBÓN, quien goza de excelente presencia internacional y es amplio conocedor de la política exterior, no garantiza a plenitud la continuidad de la Cuarta Transformación y eventualmente podría ceder al “canto de las sirenas” provenientes de otras latitudes fuera de la república mexicana. Es decir, desde esa óptica, MARCELO cedería a intereses extranjeros parte de los logros del régimen lopezobradorista.

MONREAL ÁVILA es un político experimentado proclive a los consensos y acuerdos con las distintas fuerzas partidistas en el país; sin embargo, su ímpetu, efusividad y transparencia hacen dudar al presidente LÓPEZ OBRADOR acerca de la continuidad del proyecto de nación de la 4T. Además, con razón o sin ella, el jefe de las instituciones federales, muy en lo privado, lo responsabiliza del fracaso político en la ciudad de México en donde Morena perdió la mayoría de las alcaldías.

Por cierto, MARCELO y RICARDO han cerrado filas en torno a la exigencia a su partido para que el proceso de elección interna se lleve a cabo en un marco de equidad y transparencia, eliminando el “piso no parejo” o los “dados cargados”.

Ambos, aún y concediendo el beneficio de la duda, no tendría posibilidades reales de triunfo en 2024 si deciden aparecer en las boletas electorales representando otros intereses partidistas. Quien reciba la “bendición” desde el Palacio Nacional será el candidato y seguro sucesor del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

El regaño en la mañanera a EBRARD y la “pinta de raya” con RICARDO serían indicios nada generosos con miras a la sucesión presidencial.

 

DESDE EL BALCÓN:

I.-Eso de la “bendición presidencial” trae a colación el espaldarazo que el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR brindó públicamente al gobernador electo de Tamaulipas, AMÉRICO VILLAREAL ANAYA.

La confianza al galeno se puede interpretar como una garantía de que la Cuarta Transformación llegará con todo a lo largo y ancho del territorio cuerudo.

Y hasta la próxima.

mariodiaz27@prodigy.net.mx