Por Guillermo Gutiérrez González.
*»El regidor rijoso»* Alberto Sánchez Neri un regidor chapulin y un protector de tránsitos corruptos.
Dicen que el poder no cambia a la gente, solo revela sus verdaderas entrañas y el tipo de persona que es en la vida real.
Esa ha sido la penosa y muy vergonzante historia de un vividor de la política como lo ha sido Alberto Sánchez Neri cada vez que los partidos políticos que le abren la puerta para ocupar una posición de elección popular.
A lo largo de la improductiva y polémica carrera política del actual regidor del Ayuntamiento de Tampico, Alberto Sanchez Neri, ha recibido siempre una fuerte crítica y abierto cuestionamiento de la ciudadania por hacer uso de sus cargos para beneficio personal y familiar.
Sánchez Neri ha sido dirigente estatal del PRD donde fue expulsado por diversas irregularidades al frente de ese partido y exhibido por su incapacidad y corrupción.
Hoy, además de hacer negocios al amparo de su cargo y de querer colocar amigos y parientes en la nómina municipal, esta refugiado en Morena en alianza con el «señor de las ligas», Rene Bejarano, intenta, desde ahí, presionar al gobierno municipal de Tampico, al proteger a tránsitos que han sido acusados de corrupción y diversas irregularidades en su desempeño.
Tampico no merece ese tipo de representantes populares como Sánchez Neri, que denigran el servicio público y ofenden a la sociedad con su nefasta y perniciosa conducta.
Bajo el liderazgo del presidente municipal, Chucho Nader, en Tampico se viven nuevos tiempos de trabajo, crecimiento y desarrollo. Aquí no caben oportunistas ni personajes que han hecho del chantaje y la simulación, una forma burda de sobrevivir.
