El pasado 5 de junio, la mayoría de los tamaulipecos optaron por una nueva opción de gobierno estatal y Morena y su candidato, recibieron la confianza de más de 710 mil electores para gobernar Tamaulipas; Igual que lo hicieron en el 2016 cuando decidieron en cada sufragio, darle la oportunidad al Partido Acción Nacional para encabezar los destinos de esta tierra.
Todo esto, como parte de un ejercicio democrático y de respeto a la voluntad popular; cada voto depositado en las urnas ha representado el anhelo y la esperanza de la gente para que a nuestro estado le vaya mejor. Pero parece que la alternancia en este 2022 se ha venido enrareciendo y manchando de ataques, descalificaciones, trampas, impugnaciones y golpes bajos de un lado y de otro.
Se entiende que los que se van no se resignan a hacerlo y los que entran traen mucha prisa por tomar las riendas de la administración pública estatal. Eso refleja cada uno de los diversos litigios que se ventilan en los tribunales electorales del estado y de la federación. Además de las controversias que se han presentado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Los temas de desencuentro son varios, desde la impugnación por el resultado de la elección, promovida por el PAN, hasta los madruguetes en el Congreso Estatal y la resolución del TRIELTAM donde anula los acuerdos que favorecen al gobierno del estado y que no fueron validados por los diputados de Morena, incluyendo en el rijoso escenario, los dimes y diretes entre los encargados del proceso de entrega/recepción.
Los partidos políticos del estado están en pie de guerra y no van a bajar la guardia hasta agotar todas las instancias legales para lograr su propósito. En síntesis, no hay civilidad, ni acuerdos positivos.
Esto no es lo que esperaban los electores; el sentido del mandato popular era para construir, a lado de los triunfadores, un nuevo camino de progreso para la gente; todos queremos escuchar el anuncio de nuevos proyectos y políticas públicas modernas en temas de seguridad, inversión, salud, educación, recuperación económica, medio ambiente; El desafío es mayúsculo. En resumen, queremos saber hacia dónde vamos para garantizarle a Tamaulipas un mejor porvenir.
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