Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tam.-Finalizada la pesadilla gubernamental que trajeron consigo los “vientos del cambio” a Tamaulipas, el nuevo escenario partidista con la Cuarta Transformación como actor principal ha generado el renacimiento de la esperanza política, económica y social, en la esquina noreste del país.
El sexenio que concluyó con el último minuto del mes de septiembre seguramente será analizado y calificado para ocupar el lugar que merece en la historia política tamaulipeca.
La entidad federativa norteña que se caracteriza por el mezcal y la cuera ha sufrido el embate y saqueo durante las últimas cinco administraciones estatales y, además, ha sido el escenario que ha dado paso a dos alternancias partidistas, luego de más de 80 años de hegemonía priísta.
Dos gobernadores están en prisión, uno más-el último tricolor-disfruta de las mieles de la traición política y el descarado enriquecimiento y, el que recién terminó-de extracción panista-se prepara para enfrentar el brazo de la justicia, tras encabezar el sexenio más corrupto en los últimos 30 años.
La pesadilla que vivieron los tamaulipecos durante el gobierno de FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA muy seguramente se disipará con la esperanza que provoca la asunción en el Ejecutivo estatal del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.
Cierto, muy cierto, el “campo minado” en materia legislativa y administrativa, aunado al desmedido saqueo de las arcas estatales, serán obstáculos muy difíciles que enfrentará la Cuarta Transformación en Tamaulipas. Nada insalvable, por supuesto, ejerciendo con honestidad los recursos públicos, a lo cual se ha comprometido el nuevo mandatario estatal.
Para bien del gobernador VILLARREAL ANAYA y los tamaulipecos, es de suma importancia la promesa pública del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR en el sentido de brindar todo el apoyo del gobierno federal, ante la confianza plena del huésped del Palacio Nacional hacia quien enfrentó y soportó la más brutal embestida mediática para despojarlo de un triunfo legítimamente ganado en las urnas con amplio respaldo de los votantes cuerudos.
Sin embargo, la guerra sucia no dio el resultado esperado por los operadores intelectuales y, al final de la jornada, el máximo órgano en materia electoral dictaminó que no se presentaron pruebas contundentes sobre supuestas o reales irregularidades, como para declarar la nulidad de la elección en Tamaulipas.
No pasó desapercibido que el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA haya omitido frases asociadas con venganzas políticas y, por el contrario, llamó a la cordura y consenso a los legisladores contrarios a Morena en el Congreso Local.
Una vez concluido el protocolo de toma de protesta del mandatario tamaulipeco ante el pleno de la LXV Legislatura de Tamaulipas, el imaginario colectivo recordó aquella frase de campaña acuñada hace seis años: de que se van, se van. Y, efectivamente, en aquel entonces el gobierno cabecista pasó de los dichos a los hechos y arremetió en contra de todo y todos que tuvieran relación con el priato.
La ley del karma se hizo presente y “los carniceros de ayer se convirtieron en las reses de hoy”, según señala la vox populi al recordar que los panistas que se apoderaron de Tamaulipas hace seis años corrieron la misma suerte y “de que se van, se van”…….y se fueron.
La ausencia del ahora ex gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA en el relevo del poder Ejecutivo estatal lo exhibe como un pésimo político y, además, como un mal perdedor.
En la misma situación encaja el candidato derrotado, CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, quien nunca aceptó ante AMÉRICO su fracaso en las urnas a pesar de tener todo a su favor.
Ambos, CABEZA DE VACA y VERÁSTEGUI, pretenden dar una imagen de norteños “echados pa`delante” y “muy entrones”, cuando en realidad sus propias acciones y actitudes los colocan en el estante correcto: solo son un par de niños llorones que estallan en llanto cuando les quitan un dulce.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Ahora sí, sin fuero, el ex gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA está en condiciones de presumir su dicho en el sentido de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró de los delitos que le imputa la Fiscalía General de la República.
También, estará por verse su proyecto político que lo convierta, primero, en candidato presidencial panista y, posteriormente, en presidente de la República.
Veremos, dijo un ciego.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx