Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tam.-La definición no podría ser más dramática y lamentable respecto al actual estado financiero del gobierno del estado de Tamaulipas, en pleno arranque de la Cuarta Transformación en la esquina noreste del país: “el estado está golpeado y herido”.
Tal aseveración, nada alejada de la realidad, fue externada por ADRIANA LOZANO RODRÍGUEZ Secretaria de Finanzas en el sexenio que recién inicia el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, al calificar el grave problema económico que heredó el gobierno de “los vientos del cambio” que encabezó el ex gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA.
De acuerdo a la tesorera estatal, solo se cuentan con 4 millones de pesos de origen en ingresos propios y 3 millones correspondientes al Ramo 28, por lo que la actual administración tiene frente a sí el reto de enfrentar los gastos correspondientes a los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Al respecto, el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA precisó que “recibimos un estado arruinado y peor aún maliciosamente saqueado, por lo que la situación que guardan las finanzas es peor de lo que se creía”.
Asimismo, el jefe del Ejecutivo estatal reconoció que además del déficit de 2 mil millones de pesos para el ejercicio del último trimestre del año, se han detectado “moches” por 4 mil 800 millones de pesos, obras sobrevaloradas y desorden administrativo.
Al exponer otro ejemplo de la corrupción del sexenio cabecista, el mandatario estatal informó que en el sector salud se detectó que la empresa Intercontinental de Medicamentos S.A. de C.V. fue beneficiada con un contrato multianual por mil 150 millones de pesos para el suministro de medicamentos, compromiso que solo se cumplió durante el primer bimestre y parte del segundo, motivo por el cual el sistema de salud estatal enfrenta el grave problema de desabasto de medicinas.
Por otra parte, la Auditoría Superior de la Federación ha detectado desviaciones de recursos por 2 mil 96 millones de pesos del presupuesto ejercido por la Secretaría de Educación en Tamaulipas.
En el ramo de obras públicas, durante los primeros días del régimen estatal americanista el escrutinio indica que existe una sobrevaloración de las mismas que oscila entre el 22% y el 25%, situación que daría origen a los “moches” estimados en 4 mil 868 millones de pesos.
Pero eso no es todo lo referente a la “herencia de los vientos del cambio”: la flota vehicular del gobierno estatal está diezmada en un 43% de su operatividad; de 785 unidades registradas solo 343 se encuentran en actividad.
Las prácticas irregulares que dan paso a compensaciones excesivas, firmas apócrifas, personas que cobran sin trabajar (aviadores) e, incluso, extorsiones para que los trabajadores firmen por cantidades menores a las que les pagan, aunado a la basificación de personal de cargos directivos y personal con menos de seis años de servicio, también han sido descubierta por la Secretaría de Administración.
Como es más que evidente, el sexenio cabecista se coloca a la cabeza en lo que al saqueo de las arcas públicas y abuso de gobierno se refiere, en la historia política y gubernamental de Tamaulipas.
En consecuencia, se hace justo y necesario que el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA haga valer el lema de presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie.
Lo antes descrito sería solo la punta del iceberg financiero que demuestra y consolida la presunción de malos manejos y saqueo desmedido de los recursos públicos que debieron beneficiar a los ciudadanos tamaulipecos.
Por lo tanto, la judicialización de las irregularidades encontradas no debe tomarse en modo alguno como una venganza política, a pesar de las diferencias institucionales que existieron entre la Cuarta Transformación y los “vientos del cambio”.
Desde esa perspectiva, en nada, pero en nada se justifica el lloriqueo del ex gobernador GARCÍA CABEZA DE VACA al autodefinirse como un “perseguido político” y escudándose en su nacionalidad mexico-norteamericana.
Quien en su momento aseguró-fuero de por medio-que no abandonaría el suelo tamaulipeco y que presumía a los cuatro vientos “ni me doblo, ni me vendo”, prácticamente ha puesto “pies en polvorosa” del territorio nacional.
Dicen que, como boomerang, no tarda en presentarse la ley del karma.
DESDE EL BALCÓN:
I.-GERARDO PEÑA FLORES, ex secretario General de Gobierno en el sexenio cabecista, decidió protegerse con el fuero constitucional que le otorga su cargo como diputado federal plurinominal, sabedor de que el gobierno estatal de la 4T descubriría-como ocurrió-la alteración del precio por 8 millones de pesos en la adquisición de pruebas Covid, operación comercial en donde tuvo participación directa.
Dicen que el miedo no anda en burro. ¿Será?
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx