La Diáspora migrante méxicana, ha variado radicalmente en los últimos años, para ser exactos, en las últimas dos décadas de este nuevo siglo.
Recordemos que el mayor flujo migratorio, se presentó desde la primera mitad del siglo XX pasado, desde las formas impuestas del «Programa Bracero» y migrantes invitados temporalmente por el propio gobierno de los Estados Unidos (EEUU), ante la escasez de mano de obra en el campo, provocada por la masificación del reclutamiento de jóvenes estadounidenses para ir a pelear por la guerra de Europa contra la Alemana Nazi, en la Segunda Guerra Mundial (1938-1945).
Exactamente, la despoblación de los EEUU se presentó en 1941, cuando el 11 de diciembre de ese año, el Congreso de los Estados Unidos declaró la guerra a Alemania, horas después de que Alemania declarara la guerra a los Estados Unidos después del ataque a Pearl Harbor por el Imperio de Japón.
En ese tiempo, los políticos norteamericanos, idearon la institucionalización del nombrado «Programa Bracero», que arrancó entre 1942 y 1964, cuando se llevaron a cabo una serie de acuerdos diplomáticos para regular el trabajo temporal de mexicanos en EEUU. Dado que la Segunda Guerra Mundial generó una crisis en los mercados laborales de aquel país. El traslado masivo de hombres al frente y la rotación de empleos plantearon la urgencia de importar trabajadores que pudieran sacar adelante las cosechas y dieran mantenimiento a las vías del ferrocarril, por lo que a menos de 10 años de realizarse las deportaciones multitudinarias de nuestros compatriotas, debido a los efectos de la Gran Depresión, en agosto de 1942 se firmó el primer convenio que satisfizo las necesidades de la economía agrícola estadunidense.
El término “bracero” fue anterior al programa, pero se popularizó con él. El bracero era aquella persona que trabajaba con los brazos, en las faenas agrícolas. Durante 22 años los arreglos que sustentaron la bracereada regularon la entrada a Estados Unidos de un patrón migratorio que se definió por el movimiento de hombres solos, muchos de ellos provenientes de áreas rurales que trabajarían temporalmente, bajo un esquema de documentación que se fincó en un contrato avalado por ambas naciones.
Sin embargo, es un hecho que durante el mismo periodo la migración indocumentada por la frontera vio el tránsito de numerosos hombres, mujeres y niños. De aquí que palabras como “alambrista”, “mojado” y “wetback” designaran también a quienes cruzaron el lindero divisorio por algún punto de la diversa geografía fronteriza.
De acuerdo al especialista Jorge Durand, se pueden definir las siguientes ERAS DE LA MIGRACIÓN FORZADA MÉXICANA:
1. Primera Era del Enganche, 1884-1920.
2. Período de Deportaciones, reenganches y migraciones masivas, 1921-1941.
MIGRACIÓN FORZADA POST 2a GUERRA:
3. Programa Bracero, 1942-1964. Posterior a estas primeras grandes oleadas migratorias, que integraron la primera generación de ciudadanos denizen «México americanos», se vinieron las siguientes tres generaciones de migrantes méxicanos, que han provocado que nuestros conciudadanos representen hoy día, la primera minoría de ciudadanos, documentados e indocumentados de todo EEUU.
Ante la importancia que tomaron las grandes filas de migrantes méxicanos, desbocada por el programa Braceros, se presentó un nuevo fenómeno reconocido posterior al año 1965.
4. Era de los Indocumentados 1965-1986.
5. Era bipolar: de la amnistía al acoso, 1987-2007.
La última fase descrita por Durand hasta el año 2014, la denominó:
6. La batalla por la reforma migratoria, 2007-2014.
NUEVA ERA MIGRATORIA DE MIGRANTES DE CLASES MEDIAS Y PROFESIONISTAS:
Después de repasar sucintamente la breve historia migratoria méxicana, de los últimos 150 años, descrita por Jorge Durand, ahora pasaré a describir la nueva era, dónde la migración tradicional, compuesta hasta fines del siglo XX pasado por campesinos, jornaleros, albañiles y trabajadores en general que basan su trabajo en el uso intensivo de la «mano de obra», ahora veremos las nuevas corrientes migrantes, orientadas hacia diásporas de clases medias y profesionistas. Paso de mano de obra a «mente de obra».
En principio, de acuerdo a los últimos Censos del INEGI y Anuarios de estudios especializados, desde el año 2000 aumentó exponencialmente los migrantes mexicanos a EEUU con estudios de licenciatura o posgrado, particularmente, miembros activos de las llamadas «clases medias».
En el Anuario de Migración y Remesas 2022 del banco BBVA Research y el Consejo Nacional de Población (Conapo), pasada la pandemia de Covid-19, se han retomado los flujos de mexicanos que migran hacia EEUU.
El “Anuario de Migración y Remesas 2022”, destaca que entre el 2000 y el 2020, la población migrante mexicana con estudios de licenciatura, profesional y posgrado, se incrementó de 4.3% a 9.8 por ciento.
Así, en el 2021, tras una contracción registrada en el 2020, se fueron al vecino país 400 mil mexicanos, por lo que el volumen de migrantes pasó de 11.5 millones a 11.9 millones.
El reporte señala que en un lapso comprendido entre el 2000 y el 2020, se observa una transición laboral en la ocupación de la población migrante mexicana en EEUU, pues mientras que hace 20 años casi la mitad trabajaba en los sectores de la agricultura, comercio y manufacturas, actualmente lo hacen principalmente en construcción y hostelería y esparcimiento.
“En el año 2000, las manufacturas, el comercio y la agricultura tenían gran relevancia entre los sectores de actividad de la población migrante mexicana, pero fueron perdiendo su importancia hacia el 2010, a favor de otros sectores como la construcción, hostelería y esparcimiento, servicios profesionales y administrativos y otros servicios. La composición por sectores de actividad es similar entre 2010 y 2020”, destaca el documento.
En el 2020, de los migrantes mexicanos en Estados Unidos 19.5% trabajaba en el sector de la construcción; 13.8% en el de hostelería y esparcimiento; 13.2% en manufacturas y 12.4% en servicios profesionales y administrativos.
IMPACTO EN LA FUGA DE CEREBROS Y PÉRDIDA DEL CAPITAL HUMANO MÉXICANO:
En México, ante los nuevos flujos migatorios, se presenta el fenómenode la «fuga de cerebros», haciendo referencia a la migración a países extranjeros de personas cualificadas formadas dentro del territorio nacional. La fuga de cerebros, también denominada fuga de talentos, ocurre cuando personas con formación académica y profesional elevada emigran a otros países en busca de oportunidades.
Las principales causas de este nuevo fenómeno, dónde de incrementan las emigraciones de profesionales y técnicos, son las políticas, económicas y las profesionales. Esta fuga masiva de «capital humano» hacia los EEUU, genera una pérdida de competitividad de México, y tiende a ocurrir por las constantes crisis económicas, conflictos políticos y dificultades ante la falta de seguridad nacional.
Para un país emergente como es México, la fuga de profesionistas y cerebros es una pérdida dramática. Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país latinoamericano más afectado por ese fenómeno y el séptimo a nivel mundial.
La fuga de profesionistas y cerebros hace que México pierda la inversión en educación superior de esos profesionales y, de la misma forma, el capital social del que formaba parte el individuo se reduce por su partida.