Como hemos anotado en anteriores ocasiones, la inflación en México en los últimos dos años ha venido rompiendo la racha de estabilidad obtenida desde inicios de este siglo.
La inflación de precios al consumidor (INPC), es una variable que monitorea oficialmente el Banco de México, y en los últimos 20 años (2000-2019) había cumplido la meta anualizada del propio banco, que consideraba un promedio anual de más / menos el 3 por ciento (+2.00%, +4.00%).
Al cierre del año 2021, la inflación anualizada cerró en diciembre con una tasa promedio del 7.36%. la inflación general anual en diciembre de 2021 se ubicó en 7.36%. Esta inflación fue menor a la de noviembre del 2021 de 7.37% y a la esperada por el mercado (7.51% Investing), pero es la más alta para un mes similar desde el año 2000; además de encontrarse fuera del rango objetivo del Banco de México (+2.00%, +4.00%) por décimo mes consecutivo.
Comparativamente, la inflación general anual en diciembre de 2020 (y la acumulada en el año) se ubicó en 3.15%, que aunque es mayor a la de 2019 de 2.83%, es menor a la de los 3 años previos (3.36% en 2016, 6.77% en 2017 y 4.83% en 2018).
En el cierre de noviembre de este año 2022, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró una variación de 0.58% respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.80 por ciento. Se espera que al corte de diciembre esta se eleve a una tasa promedio anual del 8%.
Por esta inflación más alta registrada en promedio de las últimas dos décadas, a la par de la nueva propuesta de incrementos del IEPS para este 2 de enero del 2023, se estima que va a impactar más aún en la inflación esperada en los precios de los alimentos procesados con alto contenido calórico, refrescos, gasolinas y tabacos en 2023.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha actualizado las cuotas del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para estos productos acorde a una inflación que sigue por encima del 7.8%. El ajuste hecho por la dependencia federal se fijó acorde a la escalada de precios registrada de noviembre de 2021 a noviembre de 2022. Así, la cuota a pagar del gravamen de estos productos por parte de los consumidores sube de 7.35% que se aplica actualmente a 7.79%.
La cuota del IEPS actualizada conforme a la inflación para la gasolina Magna será de 5.9195 pesos por litro en 2023, lo que supone un incremento respecto a los 5.4917 pesos por litro que se cobrarán hasta el 31 de diciembre de este año.
Más impactante aún, será el caso del IEPS en el diésel, donde la cuota impositiva pasará de 4.6375 pesos por litro a 6.5055 pesos en 2023. Un aumento superior al 40%.
De cambiar la política actual, de dejar de cobrar o subsidiar este IEPS en los combustibles, el impacto en la inflación sería desproporcionado. Recordando que la actual Administración ha decidido renunciar total o parcialmente a la recaudación del IEPS en gasolinas para atajar el alza súbita de los precios de los combustibles en el mercado internacional.
En lo que va de 2022, el subsidio sobre los combustibles ha dejado un boquete fiscal de más de 100,000 millones de pesos en todo 2022.
Estaremos atentos que decisión tomará al respecto la SHCP en este IEPS incrementado en combustibles, con o sin dicho subsidio, ó no cobro.
El IEPS es un impuesto creado en 1980, que grava combustibles, plaguicidas, bebidas alcohólicas, refrescos, tabacos y alimentos con alto contenido calórico y otros productos que no forman parte de un cuadro básico.
Este gravamen, al igual que el Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un gravamen indirecto, por lo que los contribuyentes no lo pagan directamente, sino que lo trasladan a sus clientes. Sin embargo, el impacto a la inflación es directamente proporcional a su incremento porcentual.
Para estimar cual sería el impacto directo a partir de este 2023, en los precios de los combustibles, recordemos lo citado hace unos meses por Gabriel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, el cual afirmó que el subsidio otorgado a la gasolina y diésel ha evitado dos puntos más de inflación en los últimos meses.
Para ser concretos, si la inflación anual del 2022 cierra a tasas cercanas al 8% anual, en caso que la SHCP deje de subsidiar o dejar de no cobrar el nuevo IEPS en los combustibles, la inflación anualizada automáticamente superaría la barrera del 10 por ciento en este 2023. Lo cual se antoja preocupante para el propio gobierno federal, que en sus Criterios anuales propuestos para la Ley de Ingresos y Presupuesto anual de Egresos del 2023, consideraron una tasa anual de inflación promedio al 3.2 por ciento, difícil de lograr…
¿No cree usted?