Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- Bonito el bunker del exfiscal morelense URIEL CARMONA GÁNDARA en Cuernavaca. Es de esas madrigueras amuralladas que muy poco ofrecen a la vista del observador externo.
Salvo una poderosa tapia con acabados en piedra y unas puertas (oiga usted) de implacable gris acero que parecen inspiradas en las bóvedas de algún banco. Por eso dice la gente que no hay ladrón confiado.
El solo primer apellido del susodicho desata un incómodo “deja vu” en Tamaulipas, sin distingo de colores partidistas. Ello, aunque (hasta donde se sabe) no existe parentesco alguno con gente de por estos rumbos.
El nombre de URIEL viene de un arcángel, que en la tradición judeo-cristiana funge como príncipe regente de los denominados serafines.
Menudo problema para las dos fiscalías, la de Morelos y la General de la República. Indagar quienes son los mentados serafines. Los cómplices, pues, con o sin placa (y sin importar de qué color el uniforme).
Aunque su entrega fue del todo pacífica el pasado viernes 4 de agosto, una vez que le mostraron la respectiva orden de aprehensión.
Ello, tras un operativo algo ostentoso (¡a las 6 de la mañana!) que incluyó fuerzas especiales del gobierno morelense. Ahí, donde manda galleta el goleador CUAUHTÉMOC BLANCO.
Variedad de vehículos, desde hermosas subúrbans con tumbaburros hasta blindados todo-terreno como aquellos que arrancaban suspiros a CABEZA DE VACA.
Sin faltar los uniformes jaspeados de la Secretaría de Marina, en calidad de apoyo, refuerzo, sostén, soporte, acompañamiento, pues (los videos son muy claros) adentro de la fortaleza había gente muy mal encarada esperando.
Tras los pesados portones, barrotes y hasta fosos de cocodrilos, el fiscal se hallaba resguardado por una cuadrilla de ministeriales armados hasta los dientes y con chalecos antibalas.
Por ello su arresto requirió cierta delicadeza, finura, buen trato, en lo que se refiere a protocolo. Como es el hecho de que el respectivo Ministerio Público se hiciera del valor necesario para tocar el timbre, una vez que se sintió respaldado por una clara superioridad numérica.
Detalle que sin lugar a dudas, ayudó para una entrega educada de este hombre, CARMONA GÁNDARA, quien ya los esperaba bañado y peinado, vestido con traje y corbata.
PILLADO POR LENTO
Espectáculo mediático, sin asomo de duda, en esas veredas sinuosas de la colonia Amatitlán, donde se ubica la calle Copalhuacán, en la meritita capital de Morelos.
Ciudad y estado dónde el ahora vinculado a proceso sostuvo una larga desavenencia con el artillero americanista, caballero águila y seleccionado nacional, a la sazón gobernador del estado por el Partido Encuentro Solidario (antes Encuentro Social), exalcalde y amigo personal de AMLO.
Autor también de la mundialmente famosa “cuauhtemiña”, especie de contorsión o machincuepa de la cual una búsqueda simple en GOOGLE arroja 10 mil 300 resultados generales en apenas 0.19 segundos (https://ggle.io/68Ry) y 2 mil 70 videos en 0.14 segundos (https://ggle.io/68Rz).
Principalmente, se acusa a CARMONA GÁNDARA de retardar la justicia. Esto es, hacerla cansada, incurrir en rezago culposo, lentitud, demora, delación, aplazamiento. En cómputo se dice ralentizar.
Dicho en términos más formales (cito aquí al diario EXCELSIOR) los cargos serían por: “probable participación en los delitos contra la procuración y administración de justicia” tras el feminicidio de una joven en octubre del 2022. (“Detienen a fiscal por obstruir caso”, https://tinyl.io/96LU).
El angélico URIEL es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), con maestría en la misma casa de estudios.
También ha sido notario y como fiscal estatal (otro deja vu) es herencia de la administración anterior. Pesado lastre del exgobernador perredista GRACO RAMÍREZ.
EMISARIO DEL PASADO
Desde luego, el interfecto alega inocencia y arguye que se trata de un “tema político”. Y luego se contradice de manera flagrante pues en principio se dijo sorprendido por el operativo de captura, agregando ignorar por qué cargos se le buscaba.
Aunque ello no le impidió atrincherarse con sus guaruras y transmitir por redes sociales la gentil visita de sus captores, a los cuáles aguardó (como se señala arriba) con el tacuche puesto.
Ante los medios argumentó que lo han tratado de remover del cargo desde que llegó el actual gobernador (¡tercer deja vu!). Ni lo quieren ni lo han querido desde que cambió la administración estatal.
Vaya ineficacia, entonces, si recordamos que CUAUHTÉMOC BLANCO arribó a dicho cargo el primero de octubre de 2018, hace cosa de cuatro años y diez meses. Lo cual (mire usted) nos habla de una pérdida sensible en los reflejos del exfutbolista azul-crema.
Y bueno, de nada sirvieron los amparos chatarra que parecían cobijar a CARMONA GÁNDARA, lo cual ha suscitado diversos comentarios entre los colegas de Tamaulipas.
Entre otros, que quizás (dicen) le faltó adquirir dichos amparos en algún juzgado de Reynosa dónde (amén de tener efecto más duradero) traen hasta garantía, porque si fallan, el mismo juez le extiende otro antes de finalizar el día. Vaya falta de confianza, debió consultar antes con los hermanos CABEZA.
Más que la sorpresa, lo que aflora hoy es un puñado de preguntas. ¿Cuántos fiscales debieran ir a la cárcel en las 32 entidades federativas por el mismo hecho de hacer cansina la justicia?
Acaso fuera necesario construir una prisión especial y exclusiva para dar cabida a tanto funcionario fallido y sus cómplices más cercanos. Un nuevo Puente Grande, acaso un Almoloya-bis.
Y luego circulan memes, mire usted, que se preguntan si el caso Morelos sería un ejemplo a seguir en entidades donde se viven hoy situaciones análogas, parecidas, semejantes. A manera de mantram, resuene el eco por toda la geografía tamaulipeca. Cuando veas las barbas de Morelos cortar…
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com