Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tamaulipas.-El brutal impacto del huracán “Otis” en el puerto de Acapulco, Guerrero, no tan solo dejó como saldo la muerte de 48 personas y millonarias pérdidas materiales en inmuebles públicos y privados; el meteoro también causó severos daños políticos en las tres instancias de gobierno.
En efecto, los vientos sostenidos de 280 kilómetros por hora y ráfagas que llegaron hasta los 360 que elevaron su peligrosidad a la categoría 5 en tan sólo 12 horas antes de que descargara su furia en la costa guerrerense, colocó en relieve los cambios climáticos que registra el planeta, la descoordinación de Protección Civil que ya no depende de la Secretaría de Gobernación sino de la Secretaría de Seguridad y protección Ciudadana y, por supuesto, “desempolvó” el crucial tema que tiene que ver con el Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN).
Justo es precisar que, de acuerdo a la información oficial de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), “Otis” en tan solo 12 horas pasó de ser una Depresión Tropical y huracán Categoría Uno hasta convertirse en el devastador fenómeno natural, lo que acotó el tiempo de advertencia a los pobladores y turistas en ese destino de la costa del Pacífico.
Al lamentable saldo negativo humano y material debe añadirse los problemas derivados de las inundaciones, actos de rapiña en centros comerciales, daños severos a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad, incomunicación telefónica y vía internet, así como la proliferación de robos a casas-habitación en las zonas más devastadas.
Asimismo, el 90 por ciento de los hoteles y parques recreativos sufrieron fuertes daños materiales y, por ende, se consideran muy altas las pérdidas económicas. La Federación de Cámaras de Comercio (FECANACO) reportó que el comercio organizado en el puerto de Acapulco registró pérdidas millonarias como consecuencia del saqueo impune a los establecimientos comerciales.
Sobra decir, que el turismo nacional y extranjero resultó muy afectado por el colapso ocasionado por el poderoso huracán, que los dejó varados sin poder salir al interrumpirse la comunicación carretera y aérea.
Pero no tan solo “Otis” dejó saldo mortal y económico tras su brutal impacto en la costa de ese destino turístico en la costa occidental mexicana; el recuento de daños también alcanzó a dependencias y a los tres niveles de gobierno.
Las imágenes que muestran al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y su gabinete de seguridad varados en un tramo carretero del estado de Guerrero como consecuencia de deslaves, evidenciaron una falta de coordinación en casos de emergencia, de la Cuarta Transformación.
Resulta inconcebible que el jefe del Ejecutivo federal no haya sido advertido de las condiciones adversas para desplazarse por carretera de la ciudad de México al puerto de Acapulco y que, en todo caso, la necesaria presencia hubiera viajado a bordo de un avión o helicópteros de la Fuerza Aérea Mexicana.
Si los estrategas en materia de manipulación mediática y política creyeron que un desplazamiento en esas condiciones iba a redituar un saldo positivo, la realidad es que ocurrió todo lo contrario y se exhibió a nivel nacional e internacional el bajo criterio del presidente de México y su gabinete de seguridad.
La gobernadora EVELYN SALGADO también fue blanco de sus representados ante la falta de previsión para alertar a tiempo a pobladores y turistas de la peligrosidad del huracán categoría 5 que azotó con toda su furia el puerto de Acapulco.
La falta de sensibilidad y tacto político de la alcaldesa de Chilpancingo, NORMA OTILIA HERNÁNDEZ, le provocó la natural crítica de sus representados al celebrar con bombo y platillo su segundo informe de actividades al frente del ayuntamiento.
Poco le importó las penurias que enfrentaban los damnificados en Acapulco y decidió continuar con el programa y la fanfarria en el municipio que gobierna y que se localiza a solo 109 kilómetros de la “zona cero” de los efectos de “Otis”.
Si bien es cierto que la actividad cotidiana poco a poco está volviendo a la normalidad, también es cierto que la reconstrucción de ese destino turístico mexicano en la costa del Pacífico requerirá de una “cirugía mayor” en términos financieros.
Por lo pronto quedó en claro que los recursos del FONDEN disminuyeron en 30 mil millones de pesos tan solo en los cinco años del gobierno de la Cuarta Transformación.
DESDE EL BALCÓN:
I.- Por obvias razones, el paso del huracán “Otis” por la costa de Guerrero dejó al descubierto el déficit presupuestario del Fondo Nacional para Desastres Naturales, con todo lo que ello implica.
Nuevamente, las obras emblemáticas de la 4T que algunos críticos califican de “faraónicas”, salieron a relucir y equiparadas con “barriles sin fondo”.
Ni hablar.
II.-Triste y lamentable que una organización gremial que llegó a tener presencia en 28 entidades de la república mexicana se escude en una asociación similar extranjera para justificar su ausencia por falta de invitación para participar en reciente foro internacional que reunió a periodistas de 60 países.
Lo dicho…..triste y lamentable.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx