Para las jefas de familia, el emprendimiento puede ser una oportunidad para estar más cerca de sus familias, lograr independencia y sus objetivos financieros
La actividad comercial es algo más allá de comprar y vender, es una actividad cultural que construye identidad, resarciendo el tejido social y fortaleciendo la unidad familiar. Así es como define la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) a la labor que es la principal fuente de ingresos de alrededor de cinco millones de personas en el país.
Entre estos negocios encontramos las tiendas de abarrotes que, a cifras de 2022, alcanzaban 987 mil 616 unidades económicas en todo el país y de las cuales 6 de cada 10 son atendidas por mujeres.
“El rostro (de estos negocios) es de mujer, en una sociedad que económicamente y socialmente la emplaza a crear sus propias oportunidades para dar sustento como madre y jefa de familia, aún y con pareja”, señala la ANPEC en su Encuesta 20: Retos del Pequeño Comercio 2024.
Uno de estos rostros es el de Dalia Rocha, quien, enfocada en demostrar que los sueños se cumplen sin importar qué tan grandes sean, decidió emprender para darle tiempo de calidad a su familia: “Yo aprendí a hacerlo después de dejar mi empleo de oficina en donde tenía un horario que me impedía cuidar y estar con mis hijos. Justo ahí comenzó la aventura de El Changarrito. Esto no hubiera sido posible sin la ayuda y guía de las capacitaciones y cursos de proveedores que me apoyan”, comentó.
Ubicada en Campeche, donde el comercio es la segunda fuente de empleos, Dalia se abrió paso con esfuerzo y dedicación para hacer posible su sueño. Su tienda, El Changarrito, es una de las preferidas por sus vecinos y clientes al ser la más surtida de la zona, además recibió apoyo para la adquisición de paneles solares para tener un mejor rendimiento de energía, lo que repercute positivamente en sus finanzas.
“El mejor consejo que siempre les doy a mis hijos y a toda persona que comienza en un negocio es que siempre vean hacia adelante, que nunca se limiten, que todo es poco a poco, nada es de la noche a la mañana”, concluyó Dalia
Es por ello por lo que la capacitación resulta crucial para obtener mejores rendimientos y fortalecer sus operaciones. Dalia tomó las capacitaciones impulsadas por Fundación Coca-Cola y la Industria Mexicana de Coca-Cola, creados con la intención de corresponder y servir de peldaño a todas las mujeres dueñas de negocios que día a día sacan adelante la economía mexicana. Con ello, facilitó la transición de su negocio para adaptarse a las estrategias de consumo actuales.
Actualmente las dueñas de MiPymes pueden acceder a recursos gratuitos como el programa de “Capacitación a Tender@s”, realizado por Fundación Coca-Cola y la Industria Mexicana de Coca-Cola, en alianza con Fundes, el cual proporciona nuevas habilidades sociales, financieras y digitales. Las emprendedoras que deseen potenciar sus negocios pueden unirse a este programa registrándose en el siguiente enlace: https://capacitaciontenderos.echo.
El rostro de las tienditas, sustento económico en México
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