Papa Francisco pide proteger a civiles y hospitales, y liberar a los rehenes.

9040
Tiempo aproximado de lectura: 2 minutos

Tras el rezo del ángelus dominical, el papa Francisco volvió a rezar por los que sufren la guerra y recordó Ucrania, Israel y Palestina

El papa Francisco realizó un nuevo llamamiento ante la guerra en la Franja de Gaza y pidió que, a propósito de los Derechos Humanos, cuya Declaración fue aprobada hace 75 años, se protejan a los civiles, a los hospitales y lugares de culto y se liberen los rehenes y se garantice la ayuda humanitaria

Tras el rezo del ángelus dominical en la plaza de San Pedro, el papa volvió a rezar por los que sufren la guerra y recordó Ucrania, Israel y Palestina y pidió que ahora que se acerca la Navidad, “seamos capaces, con la ayuda de Dios, de dar pasos concretos y pacíficos”.

“No es fácil, lo sabemos. Algunos conflictos tienen raíces profundas, históricas, pero también tenemos el testimonio de hombres y mujeres que han trabajado con sabiduría y paciencia por una convivencia pacífica. Sigamos su ejemplo. Hay que hacer todo lo posible para abordar, para eliminar las causas de los conflictos”, señaló.

Y agregó, “mientras tanto, hablando de derechos humanos, protejamos a los civiles, los hospitales, los lugares de culto, liberemos a los rehenes y garanticemos la ayuda humanitaria”.

Sobre la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que se cumple 75 años, el papa también destacó que “se han dado muchos pasos adelante, pero faltan aún muchos y a veces, por desgracia, se retrocede”.

“Hace 75 años, el 10 de diciembre del 1948, se firmó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Y son como un camino a seguir en el que se han dado muchos pasos adelante, pero aún faltan muchos. Y a veces, por desgracia, se retrocede”, señaló ya recuperado de su bronquitis.

El papa aseguró que “el compromiso con los derechos humanos nunca termina” y por ello quiso mostrar su cercanía por “todos aquellos que, sin proclamas en el día a día concreto, luchan y hablan en primera persona para defender los derechos de los que no cuentan”.

El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU en París -Nueva York no sería la sede permanente de esas reuniones hasta 1952- adoptó un texto que quería recoger los diferentes derechos del ser humano, empezando por la vida, la libertad y la seguridad, primeros en ser mencionados en su artículo 3.