Sin duda, nuestra Alma Mater viene avanzando exponencialmente en dos importantes direcciones, a saber, los dos principales motivos para lo cual funciona una Institución de Educación Superior Pública, la docencia y la investigación.
Cada día nos enteramos qué la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), avanza en la llamada certificación nacional e internacional de sus programas y planes de estudio, además que sigue creciendo la oferta académica de materias y asignaturas tanto de educación media, superior y posgrado.
Adicionalmente, la UAT crece tanto en materias sociales, humanística como de tecnologías en los niveles superiores de la investigación, sabemos que los estudiantes como los docentes se aplican cada día más en llevar a cabo indagaciones e investigaciones especializadas qué dan excelentes aportaciones y resultados a la sociedad estatal, nacional e internacional.
Una muestra de ello, trascendió esta semana al enterarnos de la brillante exposición de la investigación oncológica de un excelente investigador de la UAM Reynosa Aztlán, Nivel III del SNII CONAHCYT, mismo que expuso nuevos avances sobre el tratamiento del dolor oncológico
El Dr. Juan Miguel Jiménez Andrade, investigador de la UAT, impartió la conferencia magistral “La batalla contra el dolor oncológico óseo», invitado por la Universidad de Guadalajara (UdeG), donde expuso los avances de su trabajo, que consiste en la búsqueda de tratamientos que brinden a los enfermos de cáncer una mejor calidad de vida.
En su participación como ponente en el trigésimo aniversario del Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la UdeG, el investigador describió el desarrollo de proyectos que se realizan en el área de farmacología en la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán de la UAT, relacionados con la búsqueda de nuevas terapias que alivien el dolor artrítico y oncológico.
Dijo que datos recientes indican que del setenta y cinco al noventa por ciento de los pacientes con cáncer metastásico en estado avanzado sufren de dolor severo, y, en respuesta a eso, sus investigaciones consisten en estudiar los mecanismos celulares y moleculares que regulan el dolor artrítico y oncológico, con el fin de desarrollar terapias que lo alivien y que al mismo tiempo promuevan la calidad de vida en los pacientes afectados.
Explicó que el dolor óseo es muy común en pacientes con cáncer de mama, próstata y pulmón en estados avanzados, debido a que estos tumores tienen una preferencia muy marcada a generar metástasis en el sistema óseo.
Señaló que una vez que se inicia la metástasis en los huesos se produce una remodelación significativa del sistema óseo, fracturas, dolor y anemia; todo ello reduce significativamente el estado funcional, la calidad de vida y la sobrevivencia del paciente.
“Actualmente, los mecanismos que subyacen el dolor oncológico aún no se conocen completamente; sin embargo, recientes modelos de dolor oncológico en animales de experimentación, que reflejan la patología en el ser humano, están proporcionando información sobre los mecanismos que intervienen y están orientando al desarrollo de nuevas terapias para su tratamiento”, indicó.
Añadió que los hallazgos encontrados en modelos experimentales han sido corroborados en muestras óseas de humanos afectados por cánceres metastásicos. Por ello, varias de estas terapias han sido aprobadas recientemente por la U.S. Food and Drug Administration (FDA).
“Y otras se están evaluando actualmente en ensayos clínicos.
Estas nuevas terapias, que tienen como blanco los mecanismos fisiopatológicos, están ampliando el repertorio para tratar el dolor oncológico óseo y con ello mejorar la calidad de vida y el estado funcional de los millones de pacientes afectados”, puntualizó.
El Dr. Juan Miguel Jiménez Andrade es profesor de tempo completo en la UAM Reynosa Aztlán de la UAT y nivel III en el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCYT).
Con maestría y doctorado en Farmacología, Juan Miguel Jiménez Andrade ha realizado investigación en universidades de Estados Unidos, tales como Minnesota, Arizona y California.
También ha sido profesor visitante en el Departamento de Fisiología y Farmacología del Instituto Karolinska, en Estocolmo, Suecia, y en el Departamento de Diseño de Fármacos y Farmacología de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.
Obtuvo el Premio Miguel Alemán Valdés 2016 de la Fundación Miguel Alemán y el Premio Cátedra Marcos Moshinsky 2016 de la Fundación Marcos Moshinsky. Tiene también el Premio de Investigación 2016 en el área de Ciencias Naturales, otorgado por la Academia Mexicana de Ciencias y el Gobierno de México.