Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tamaulipas.-Indudablemente, la iniciativa de ley para reformar el Poder Judicial que propone el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR ha provocado criterios encontrados y controversias que ponen en tela de duda la eficacia o perjuicio en ese tema toral contemplado en el Plan C de la Cuarta Transformación.
Que si los jueces, magistrados y ministros deben surgir del voto popular; que si las sentencias deben dictarse a más tardar en un año; que si los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no deben tener un salario superior al del presidente de la república, y algunos otros etcéteras.
Tal iniciativa de reforma constitucional será analizada, discutida y votada por los diputados y senadores de la LXVI Legislatura Federal, una vez que entre en funciones a partir del primero de septiembre.
Se da por descontado que en el Palacio Legislativo de San Lázaro se logrará sin problema la mayoría calificada que exige la reforma, mientras que en el Senado de la República Morena y sus aliados estiman que no representa obstáculo alguno la falta de dos legisladores, pues consideran lograr su cometido sumando un par de legisladores de otras bancadas.
Sin embargo, al margen de dimes y diretes en favor o en contra de la reforma al Poder Judicial desde distintas ópticas y perspectivas, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) coloca en relieve un dato interesante que le “pone más sabor al caldo”.
Resulta que datos estadísticos indican que los integrantes del Poder Legislativo-diputados y senadores-quienes habrán de votar la iniciativa de ley presidencial gozan de menor confianza ciudadana que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
Y aún más: De acuerdo al INEGI, la confianza ciudadana es mayor hacia los cuerpos policiacos, los sindicatos y ministerios públicos, lo que no habla bien de quienes habrán de aprobar una reforma ante la presunción de corrupción.
Los datos estadísticos indican que el 39.4% de los encuestados califican positivamente a los integrantes del Poder Judicial; el 37.1% habla bien de las corporaciones policiacas; el 38.6% confía en los organismos sindicales; y el 38.5% brinda un voto de confianza a los ministerios públicos. En cambio, diputados y senadores generan mayor desconfianza, lo que los coloca por debajo de las instancias antes mencionadas con 34.5% de aprobación de los ciudadanos.
Sin embargo, la percepción negativa de los mexicanos es más severa en lo que a desconfianza y corrupción se refiere con los institutos políticos. La confianza ciudadana hacia los partidos no supera el 28.9%.
Es decir, comparativamente y de acuerdo a los datos oficiales del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, la confianza ciudadana es mayor para los integrantes del Poder Judicial y menor hacia el Poder Legislativo.
No obstante, paradójicamente, los legisladores con un porcentaje menor de confianza ciudadana, habrán de calificar a los togados del Poder Judicial aún y cuando gozan de un porcentaje mayormente favorable del escrutinio público.
Mientras avanza el plan de la 4T para aprobar la citada reforma que permanece “congelada” en San Lázaro desde el pasado 5 de febrero, las opiniones encontradas surgen día a día, aunque, eso sí, se da como un hecho que “la reforma va”.
Al respecto, abogados constitucionalistas consideran que la reforma al Poder Judicial no mejorará la impartición de justicia ni pondrá fin a la corrupción que-aceptan-sí existe pero que se manifiesta principalmente en el ámbito estatal.
Asimismo, prevén que podría generarse corrupción donde no existe o bien se manifiesta en muy baja intensidad. También, podría proliferar la injusticia ante eventuales sentencias como consecuencia de los “jueces populares” y no de los egresados de la carrera judicial.
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-Vaya revuelo que está ocasionado a nivel nacional e internacional la iniciativa de reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Dícese que el huésped de Palacio Nacional no perdona los desaires de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ni el “agandalle” presidencial en 2012 de ex mandatario FELIPE CALDERÓN HINOJOSA.
¿Será?
II.-¡Felicidades a todos los abogados en el Día del Abogado!
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx