Por Lic. Bárbara Lera Castellanos.
Una universidad humanista se debe a su población estudiantil y magisterial, pero más a fondo se debe a la comunidad donde opera como Institución de Educación Superior (IES). Máxime la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), que es una institución geográficamente distribuida a lo largo y a lo ancho de los 43 municipios de Tamaulipas.
Presencia que se subraya al contar con poco más de 40 mil alumnos inscritos que, al multiplicarse por al menos 5 personas de cada familia, convierte a la UAT en un ente que influye en más de 200 mil personas.
Por lo anterior, es de suma importancia e influencia las labores de carácter social y familiar que puede operar la UAT cuando se aplica al ser una institución humanista y solidaria con su comunidad.
Dicho lo anterior, esta semana la UAT extendió su ayuda a múltiples familias de los ejidos qué por la contingencia de las lluvias derivadas de las tormentas Alberto y Chris se vieron afectadas.
En un gesto de solidaridad y compromiso social, la UAT llevó a cabo la entrega de despensas a las comunidades afectadas por las intensas lluvias en los ejidos Miraflores, Progreso y La Esperanza del municipio de Güémez, Tamaulipas.
Este esfuerzo conjunto benefició a un total de 310 familias, proporcionándoles alimentos, productos de higiene y artículos esenciales para mitigar las dificultades ocasionadas por los recientes desastres naturales.
La participación de los universitarios se llevó a cabo con la asistencia de la Lic. Isolda Rendón de Anaya, presidenta de Familia UAT, quien estuvo acompañada por miembros del Voluntariado UAT y representantes de la Secretaría de Gestión Escolar a través de la Dirección de Humanismo Social.
Durante la entrega de los donativos, la Lic. Isolda Rendón destacó que cada despensa entregada por la UAT fue preparada con entusiasmo y un firme compromiso con la sociedad tamaulipeca, reflejando el espíritu de solidaridad y responsabilidad social que caracteriza a la comunidad de la máxima casa de estudios del estado.
En lo que corresponde a la zona centro del estado, desde el inicio de la campaña de recolección el 2 de julio hasta su culminación el 15 de julio, las dependencias administrativas, facultades, escuelas y unidades académicas del Campus Victoria se unieron en un esfuerzo coordinado para recolectar dichos donativos.
La generosidad de la comunidad universitaria permitió acumular una variedad de recursos, incluyendo alimentos no perecederos, productos enlatados, así como artículos de higiene personal.
Por su parte, los beneficiarios de las comunidades de los ejidos Miraflores, Progreso y La Esperanza expresaron su profundo agradecimiento por este acto de solidaridad, reconociendo la loable labor de la UAT y el significativo apoyo recibido en tiempos de dificultad.