«CRISIS DEPENDERÁ SI SE ENVÍAN DEPORTADOS A SUS PAÍSES Y NO A MÉXICO»

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Dr. Jorge A. Lera Mejía.

Es inminente, si otra cosa no sucede antes, que Donald Trump deportará masivamente, al menos a 50 mil inmigrantes indocumentados de México y otros países a partir del 21 de enero del 2025.

Para ello, el gobierno de Texas, en colaboración con el presidente electo Donald Trump, está preparando un terreno de aproximadamente 567 hectáreas en el condado de Pharr, Texas, para construir un centro de detención de migrantes indocumentados como parte del citado plan de deportaciones masivas.

Este proyecto cuenta con el respaldo del gobernador Greg Abbott y se espera que traiga beneficios económicos a la región mediante la creación de empleos. Sin embargo, el terreno presenta riesgos de inundación, lo que plantea dudas sobre su idoneidad para un centro de detención a gran escala.

La construcción del centro de detención en el condado de Pharr, Texas, nos recuerda las barracas y los campos de concentración utilizados por los alemanes en la Segunda Guerra.

El operar con medidas represivas en las amenazas de deportaciones masivas, podría tener varios impactos negativos en la comunidad mundial, en los países expulsores, y principalmente en México, al ser los primeros afectados por querer usar nuestro territorio como un «país tercero seguro» de regresar la otrora política del «Quédate en México» usada por Trump en 2019.

Además, el impacto Social y Familiar esperado por las detenciones y deportaciones de migrantes, pueden causar separación familiar, afectando el bienestar emocional y psicológico de las familias, especialmente de los niños. También podría estigmatizar la comunidad, afectando el turismo y las inversiones locales. Existe preocupación por posibles violaciones a los derechos humanos y civiles de los detenidos, lo que podría generar tensiones sociales.

El ejército norteamericano, bajo el plan de deportaciones masivas de Donald Trump, desempeñará un papel de apoyo logístico y no participará directamente en arrestos. Las fuerzas armadas podrían ser utilizadas para tareas como transporte, construcción de centros de detención y recolección de inteligencia, pero las detenciones seguirán a cargo de los agentes de ICE debido a restricciones legales.

México se prepara para posibles deportaciones masivas: Ante la amenaza de deportaciones masivas de migrantes mexicanos por parte del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, el gobierno de México, liderado por Claudia Sheinbaum, está desarrollando un plan intersecretarial para enfrentar esta situación. El canciller Juan Ramón de la Fuente destacó que el plan prioriza a los mexicanos y se está fortaleciendo la red consular en EE.UU.

Para ello se está fortaleciendo la Red Consular, reforzando los consulados en Estados Unidos para brindar apoyo legal y asistencia a los migrantes mexicanos afectados por las deportaciones masivas.

El plan involucra la colaboración de distintas dependencias del gobierno mexicano. Se están preparando estrategias para ofrecer asistencia legal y social a los migrantes que sean deportados, asegurando su reintegración en México, por lo que están contratando más abogados para asistir a los migrantes en sus consulados y busca llegar a un acuerdo con Trump para que las deportaciones no mexicanas se realicen directamente a sus países de origen.

Los conocidos como «Centros Multiservicios de Inclusión y Desarrollo» en México, ofrecerán una variedad de servicios para apoyar a los migrantes. Facilitarán la integración socioeconómica mediante acceso a empleo formal y educación. Proveerán protección internacional y asegurarán la portabilidad de derechos, incluyendo salud mental, sexual y reproductiva. Ofrecerán servicios médicos, psicológicos, legales, y apoyo en documentación como actas de nacimiento y residencia. Además incluirán actividades culturales, artísticas y deportivas para fomentar la inclusión social.

En síntesis, la inminente crisis migratoria para México podría agravarse si Donald Trump no respeta el acuerdo de enviar a los inmigrantes indocumentados directamente a sus países de origen, como ha solicitado la presidenta Claudia Sheinbaum. Para ello, México está preparando a sus estados fronterizos para manejar posibles deportaciones masivas y espera llegar a un acuerdo con la administración de Trump para evitar que los migrantes extranjeros se queden en México. La situación es tensa debido a las amenazas de políticas migratorias más estrictas por parte del presidente electo.

Sin embargo, Se estima que más de 810,000 inmigrantes que han ingresado legalmente a Estados Unidos a través del programa CBP-One podrían enfrentar deportaciones bajo el plan de Donald Trump.

Estos inmigrantes, aunque entraron legalmente, podrían ser deportados si no han recibido asilo o no tienen otro estatus legal para permanecer en el país. El gobierno mexicano está preparando un corredor de movilidad segura para trasladar a estos migrantes desde el sur de México hasta la frontera con Estados Unidos.

Por último, los migrantes inscritos en CBP-One que enfrentan deportación tienen ciertos derechos. Pueden solicitar una cita para presentar su caso, aunque esto no garantiza la entrada legal a EE.UU. Tienen derecho a permanecer en silencio y a contratar un abogado, aunque el gobierno no está obligado a proporcionarlo. Además, deben recibir atención médica básica y ser informados sobre su derecho al acceso consular mientras están bajo custodia de CBP.