Ciudad de México.- Liliana Altamirano, exempleada de Nacional Monte de Piedad en Oaxaca, instaló una casa de campaña afuera de la puerta ocho de Palacio Nacional, para exigir a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que se garantice su seguridad.
Altamirano aseguró que ha sido amenazada de muerte por parte del Director del Monte de Piedad en Oaxaca, Omar Julián Julián, y el Director Administrativo, José Manuel Avendaño, a quienes denunció por presuntos actos de corrupción.
«No me voy a mover hasta que sea escuchada, sea atendida y que se me garantice el derecho humano más importante, que es la vida».
«Tengo un amparo que me otorgó un Juez Federal de Distrito, que me da derecho de manifestarme afuera de la puerta ocho y por eso estoy acá ejerciendo ese derecho», indicó.
Altamirano señaló que desde hace 205 días se encuentra en la Ciudad de México, como víctima desplazada interna, pues aseguró que en enero de 2023 denunció a estos dos funcionarios, los cuales, señala, son cercanos al Gobernador Salomón Jara, el cual, dijo, supuestamente los protege.
Contó que luego de denunciar a los funcionarios, éstos empezaron a hostigarla sexualmente, intimidarla e incluso intentaron sobornarla para que retirara la denuncia.
«Los denuncié ante la Fiscalía. La audiencia inicial fue en mayo de 2024, pero no fueron vinculados a proceso porque en Oaxaca la justicia está hecha a modo».
«Tengo audios donde me dice que me quiere sembrar pruebas para que cambié toda la versión. El Juez de control no me dejó presentar como datos de prueba estos audios donde los mismos funcionarios están expresando sus delitos».
A partir de ahí, aseguró, empezaron las amenazas de muerte y tuvo que salir huyendo de Oaxaca.
«Desde el primero de agosto de 2024, mi caso ya está en la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Le pide al Estado Mexicano informes sobre lo qué está pasando. Está detrás de mí un organismo internacional porque hay evidencia de que estado mexicano está violentando mis derechos».
«No se pueden seguir violando mis derechos como desplazada interna y que los funcionarios en el estado de Oaxaca sigan con poder y valiéndose de éste para amenazarme de muerte».
«A estas alturas estoy muy triste y cansada. Al principio quería justicia, pero cuando un estado los protege (a los funcionarios) al final el derecho humano más importante que tenemos los humanos es la vida y yo no quiero morir, no es justo que por hacer lo correcto este pasando por esto. Perdí todo por denunciar. Lo quiero es vivir tranquila y en paz», afirmó la ex empleada.
(AGENCIAS)