Por José Gregorio Aguilar
Durante los últimos días de este 2024, se registran incrementos en los precios de productos de alto consumo, reportó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Por una parte, tras la actualización del IEPS (Impuesto Especial Producción Sobre y Servicios) , productos como gasolina, cigarros y refrescos así como bebidas alcohólicas, que si bien no son considerados productos básicos, sí son de los que tienen mayor demanda, registran incrementos explicó Cuauhtémoc Rivera, dirigente nacional.
Por otro lado, y de acuerdo con el monitoreo que de manera permanente realiza ANPEC en el mercado, detectó que en esta temporada previa a la cuesta de enero continúa el desfile de aumentos de precios en artículos básicos como galletas, leche y pan, entre otros.
“Desde alimentos básicos como leche y pan hasta productos complementarios, el alza en los precios pone de manifiesto la difícil situación económica por la que los consumidores se las verán este cierre del año e inicio del próximo. Otro factor que enfrentamos que promueve el alza de precios es la inseguridad; de forma lamentable, hoy en día la violencia priva en más de dos tercios del territorio nacional”, comentó.
En este contexto, la situación se torna difícil por los problemas de inseguridad y violencia que se viven en la mayoría de las entidades; los pequeños comerciantes de Culiacán, Sinaloa, y sus alrededores desean que la guerra que viven termine (más de 600 muertos y 700 desaparecidos al corte). Los jornaleros de limón y aguacate de Michoacán se unen y expresan que sí quieren que la guerra termine y paren las extorsiones que sufren.
No se quedan atrás los pequeños comerciantes y los pueblos de Guerrero, particularmente de Acapulco y alrededores, que no se recuperan aún de los huracanes y de la espiral de violencia que han provocado al no haber actividad turística y fuentes de trabajo.
El Estado de México no canta mal las rancheras con los asaltos en punto de venta, en las calles y, desde luego, en las micros. Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, el norte de México, se ven agobiados por la disputa de “plaza” entre los carteles. Tabasco, Campeche y Chiapas también. Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, Puebla y Morelos, el Bajío y centro del país, enfrentan una violencia cotidiana, soterrada y sobre todo normalizada. Colima, Jalisco y Nayarit, el occidente, convertido en un verdadero pasadizo de contrabando y mercancía ilegal desde Manzanillo al resto del país.
