Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- “¡A la trinchera que me pongan voy!”, solía repetir el matamorense MANUEL CAVAZOS LERMA en aquellos primeros días de 1999, cuando los reporteros le preguntaban qué haría con su vida tras el cercano final de su mandato.
Y, en efecto, tiempo después participó como enviado especial del CEN tricolor en procesos electorales de carácter regional, donde se dice que supo cumplir fiel a su estilo, austero y eficaz.
Luego volvería como candidato a senador en la elección de 2012, paralela a la presidencial de PEÑA NIETO. competencia por la Cámara Alta cuyo sillón principal ganó el panista PANCHO CABEZA, dejando a CAVAZOS el escaño de primera minoría.
Responsabilidad que CABEZA ejerció 41 meses, entre el 1 de septiembre de 2012 y el 29 de enero de 2016, cuando pidió licencia para ir tras la gubernatura de Tamaulipas, heredando la silla a su suplente, el matamorense JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO.
Campaña donde el gallo blanquiazul ganó con la ayuda de muchos operadores del PRI que cambiaron de trinchera sin pudor alguno, pastoreados por el entonces dirigente estatal del PAN, el “Truko”, CESAR VERÁSTEGUI.
Quien luego sería sucesivamente Secretario General de Gobierno y candidato a gobernador en 2022, siendo derrotado por el doctor AMÉRICO VILLARREAL.
EXPERIENCIA, AL MENOS
La nota es que CAVAZOS aparece ahora en la lista de nombramientos dispuestos por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI que preside a partir de 2019 el campechano ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS, quien ya va en su segundo periodo consecutivo.
El propio «Alito» se hizo cargo del anuncio donde destaca una dama de nombre contrastante, la también periodista GRIS PEREZNEGRÓN. Las redes aclaran que el “GRIS” es diminutivo de GRISELDA y el apellido NEGRÓN va pegado al PÉREZ y sin mediar espacio alguno.
Ella viene de ocupar desde 2019 la cartera de Relaciones Públicas del PRI y ahora fungirá como secretaria de Gestión Social del mismo CEN.
Y aquí es donde entramos a Tamaulipas, donde el zacatecano MIGUEL ALEJANDRO ALONSO deja la Secretaría de Operación Política en manos del tamaulipeco MANUEL CAVAZOS.
Coincidencia, un exgobernador reemplaza a otro exgobernador. El abogado ALONSO fue mandatario de su estado entre 2010 y 2016. El economista CAVAZOS hizo lo propio en Tamaulipas entre 1993 y 1999.
Por cierto, CAVAZOS cumple 79 años el próximo 12 de marzo, pues nació en 1946. Dos años mayor que CARLOS SALINAS (1948), siete más que AMLO (1953) y 16 arriba de la doctora SHAINBAUM (1962).
AFERRADO AL MANDO
A decir verdad, ni la amistad, ni la cercanía con MORENO son factores que aporten prestigio a quienes colaboren con él. Lo cual no impide al CEN sumar individualidades valiosas.
Aun así, estamos en la peor época del PRI desde su nacimiento en 1929, no solo por la pérdida colosal de cargos públicos en todos los niveles que lo coloca por abajo del PVEM y el MC, sino (también) ante el repudio de las bases a la dirigencia tramposa de “Alito”.
El próximo agosto MORENO cumple cinco años en el cargo y (salvo algún imponderable) es harto probable que quiera presidir las celebraciones del centenario partidista, en 2029.
Tanto como administrar los despojos de los alguna vez todopoderosos PNR de PLUTARCO ELÍAS CALLES, el PNR de LÁZARO CÁRDENAS y el PRI de MIGUEL ALEMÁN. Al menos, este sería el sueño de “Alito”, que para el resto de los militantes se antoja pesadilla. Soportarlo otro periodo más.
Privilegio del cual se apropió violentando estatutos partidistas y con la ayuda de reformas hechas a modo y de última hora, las cuales fueron en principio invalidadas por el propio INE.
Expresidentes del partido como DULCE SAURI, PEDRO JOAQUÍN COLDWELL y ENRIQUE OCHOA calificaron dicho proceso como fraudulento.
Lo que vino salvando a MORENO CÁRDENAS fue una resolución mañosa del ya muy desprestigiado Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), gracias al cual pudo preservar el timón, traicionando el ideario maderista (y tricolor) de “sufragio efectivo, no reelección.”
MALOS NÚMEROS
Se conserva “Alito” desde el citado proceso interno de 2019, tras la salida de CLAUDIA RUIZ MASSIEU. Un año atrás, en 2018, el peñismo había sido aplastado junto a su candidato de opereta (que más bien parecía muñeco inflable) PEPE TOÑO MEADE. De ser partido gobernante, su abanderado cayó hasta un vergonzante tercer lugar.
Fenómeno que ya habíamos visto en 2012, cuando JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA, candidata del PAN, entonces en el poder, se fue de buche al tercer lugar, superada por PEÑA y AMLO.
Dicen los consultores electorales que esa suerte de fracasos, cuando el gallo del grupo gobernante se desploma hasta el sótano, se interpretan como voto de castigo del electorado ante malos gobiernos.
Puede ser, aunque también existen (como explicación alternativa) las malas candidaturas y estos podrían ser los casos de MEADE y VÁZQUEZ MOTA. En Tamaulipas: BALTAZAR HINOJOSA.
El tema aplica también al naufragio de XÓCHITL GÁLVEZ en el más reciente proceso de 2024, pues junto a las siglas del PAN, lucían las banderolas del gobernante PRI y (en calidad de mandadero) el PRD.
Parafraseando a CHURCHIL, la señora GÁLVEZ tenía muchos defectos pero una sola virtud que serviría de consuelo. Los demás precandidatos eran peores, en términos de impacto electoral (CREEL, PAREDES, DE LA MADRID, TÉLLEZ, entre otros). Historias trágicas que luego se repiten como farsa.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com