La separación de los amantes

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Por Carlos López Arriaga

Cd. Victoria, Tam.- La desintegración familiar, la disolución del vínculo conyugal (prole incluida) es tema importante para las instituciones asistenciales del país y además está contemplada en la cultura jurídica de la mediación.

Por el bien de la pareja y para protección de los hijos, una variedad amplia de profesionales en materias como psicología, derecho y trabajo social suelen insistir en que el fin de una relación termine de la mejor manera posible (o la menos peor).

Se aconsejan acuerdos, se presentan alternativas, promueven la interlocución respetuosa y también compromisos para que nadie salga lastimado. Entre ellos, que la expareja preserve una relación funcional, digamos que cuidadosa, dentro de lo que cabe, sobre todo si hay hijos de por medio.

En esta tarea, existe una tradición importante entre las instituciones asistenciales del país. No debemos olvidar que la palabra DIF (nacional, estatal, municipal) se compone de tres siglas que entrañan tres valores: Desarrollo Integral de la Familia.

Sus nobles propósitos suenen ser prioridad en los gobiernos de prácticamente todos los partidos. Y sus esfuerzos se vinculan a la salud emocional no solo de la expareja y los hijos. También del clan familiar y, en términos más amplios, del tejido social.

 

TORNEO DE INSULTOS

De aquí la sorpresa ahora que el Parque Zoológico y Acuario de Nuevo Laredo ha convocado para este 14 de febrero a un certamen no solo singular, sino ofensivo. Los cartelones invitan a la población para que ponga el nombre de su expareja a una cucaracha.

En los anuncios a todo color (incluyendo el guinda de Morena) con el logo del ayuntamiento laredano y su eslogan de batalla (“Juntos lo hacemos posible”) aparecen frases como “nombra una cucaracha”, “ponle el nombre de tu ex” y “cierra ciclos con el cucaracho”.

Se refieren, por supuesto a una anterior pareja, excónyuge, examante, exnovio, excompañera sentimental. Los señalan como el “target” de sus insultos.

La cita es a las 16 horas del día 14 en el zoológico que dirige el MVZ DANIEL DEL FIERRO CÁRDENAS, quien tras su nombramiento, en abril del 2023, fue presentado en sociedad como alguien “con ocho años de experiencia en el ámbito de la salud animal”, incluyendo tareas en centros de preservación, así como clínicas para pequeñas y grandes especies.

El día de su arribo apareció en las fotografías junto a la alcaldesa CARMEN LILIA CANTUROSAS, cuya hermana CLAUDETTE es además directora del DIF municipal.

 

CAMPAÑA OFICIAL

Sinceramente, extraña la ausencia de sensibilidad en ambas mujeres y en el rústico cuidador de leones. Llamar “cucaracha” a una persona con la cual antes hubo una relación amorosa podría ser comprensible en la comicidad televisiva, entre blogueros o el teatro de revista.

Acaso en personajes como DOÑA LENCHA, la INDIA YURIDIA, PAQUITA LA DEL BARRIO, TEO GONZÁLEZ o JOJOJORGE FALCÓN. ¿Pero en una institución gubernamental?, ¿en una dependencia oficial que (para colmo) tiene entre sus fines principales proteger a la familia?

¿En qué estaría pensando el señor DEL FIERRO, sus asesores, achichincles o (incluso) superiores jerárquicos?, ¿de tanto convivir con changos se le achicó el cerebro?, ¿el lóbulo frontal, tal vez?…

La decisión, por jocosa que pretenda ser, hace quedar mal a CARMEN LILIA (y de refilón, a CLAUDETTE), hoy que la psicología moderna ha dedicado extensos y variados estudios dirigidos a la tarea de eficientar la separación de las parejas para prevenir el fantasma de la violencia intrafamiliar. Conjurar el odio.

 

CIVILIDAD, NINGUNA

El asunto me remite al libro de IGOR CARUSO “La separación de los amantes” (“Der Abschied von den Liebenden”, 1972, Viena) dedicado: “a todos aquellos que han sido separados, a los que aman, a los que odian, a los indiferentes, a los perplejos y a los confiados.”

El autor (psicoanalista ruso, de padre italiano) en forma minuciosa describe los distintos tipos de separación. Igual si se trata de personas que aún se aman pero están viviendo en conflicto, que aquella separación definitiva, el acuerdo bilateral y por consenso, donde ambos deben luchar para encontrar de nuevo su libertad, no solo jurídica sino (sobre todo) interior, emocional.

Variantes, todas, muy delicadas y que merecerían el mayor de los respetos para que los involucrados lleven el proceso a buen término. O por lo menos con la debida calma, que evite confrontaciones innecesarias.

Fomentar el odio, la burla, el desprecio o la descalificación entre quienes dejaron de ser pareja, es lo último que esperaríamos de una institución oficial. Menos mediante el fomento de dicho apodo que alude a un insecto francamente repugnante.

 

NI COMO BROMA

Acaso en palacio municipal les parezca gracioso. Olvidan que (a menudo) entre los excónyuges hay niños cuya sola presencia nos obliga a fomentar relaciones de colaboración y respeto entre quienes han decidido apartarse.

El grotesco asunto de la “cucaracha”, lejos de ayudar, ahonda las diferencias y arroja un escupitajo de humor agrio sobre una problemática tan delicada como respetable, en particular para los menores.

Y peor todavía cuando se elige una fecha tradicionalmente consagrada a los valores positivos, el amor y la amistad. El también llamado “Día de San Valentín”.

Este 14 de febrero, cuando parejas, grupos de amigos y familiares rindan honor a la sana convivencia, una autoridad de la frontera tamaulipeca decidió promover (y hasta premiar) la apología del insulto. Y todavía se ríen, mire usted.

 

BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com

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