Por José Gregorio Aguilar
La idea de que el amor significa aguantar todo, incluyendo golpes, es un patrón de pensamiento que se ha perpetuado a lo largo de la historia y que está profundamente arraigado en la cultura patriarcal. Esto se debe en parte a la socialización de las mujeres para priorizar la necesidad de ser amadas y aceptadas por los demás, especialmente por los hombres, sobre su propia dignidad y bienestar, pero, de donde surge esta idea de que el amor significa aguantar todo?
De los mitos del amor romántico. Estas «verdades» que no nos detenemos a cuestionar y que nos hacen idealizar el amor, dándole un poder que no tiene. El amor saludable podemos entenderlo como la combinación balanceada de tres cosas: pasión (el deseo por el otro), intimidad (la profundidad con que conocemos al otro) y el compromiso (la DECISIÓN de estar con el otro), explica el psicólogo Rafael Gallegos.
“En mi opinión este último es el más importante a tener en mente ya que a veces creemos que amor es solamente el sentimiento, cuando no es así. De hecho, el amor saludable no se parece nada al amor romántico”.
La dependencia de las mujeres de la validación masculina para sentirse amadas y valoradas puede ser un indicador de una falta de amor propio y dignidad. Sin embargo, es importante reconocer que esta dependencia también es el resultado de una sociedad que ha históricamente marginado y oprimido a las mujeres, pero de acuerdo con el especialista, la mujer no tiene la necesidad de sentirse amada o amado o de que alguien le diga que lo ama.
“Ni la mujer ni nadie. Necesario el oxígeno. Ahora bien, el deseo de sentirse amado es diferente. Ese deseo por sí mismo no tiene nada de malo, lo dañino viene de la creencia de que SOLO a través de una pareja puedo sentirme amado, o peor aún, la creencia de que solamente valgo porque mi pareja me ama. Esto pone a las personas en una posición muy vulnerable porque ven el amor de su pareja como la evidencia de que valen como persona”.
En su opinión, la idea del amor propio es ambigua y tendenciosa y sería más saludable usar auto-aceptación incondicional en su lugar. Esta se puede entender con una sencilla analogía, según expone Rafael Gallegos.
“Si me como unas papas fritas solamente si tienen catsup, esta se vuelve la condición con la cual las acepto. Lo cual no es saludable. En cambio, si acepto la papa y la disfruto tal cual es, la catsup viene a ser un extra que la hace aún más disfrutable. Esto es, aceptar la papa sin condiciones”. En nosotros mismos esto se ve como «solo valgo porque mi pareja me ama», esto es, que la condición para aceptarse a uno mismo es el amor de la pareja. Lo saludable es decir algo como «Yo valgo como persona tenga o no tenga el amor de otro», explicó.
Para cambiar la mentalidad de las mujeres con respecto al amor, es necesario abordar los factores culturales y sociales que perpetúan estas ideas.
“Yo diría que la de todos, no nada más de la mujer. Y opino que la respuesta yace primeramente en la educación, por ejemplo enseñar a nuestros niños y jóvenes que los celos no son una prueba de amor saludable. Es importante notar también que mujeres y hombres no pensamos de la misma manera porque la cultura nos educa diferente”, explica.
El psicólogo manifestó que cambiar la mentalidad poco saludable del amor romántico tenemos que cuestionar esas «verdades» que hasta ahora eran incuestionables. Pero sobre todo, trabajar en nuestra aceptación incondicional para no interpretar unas cuantas palabras bonitas como la evidencia de que efectivamente tenemos valor.
Es importante recordar que cambiar la mentalidad de las mujeres con respecto al amor es un proceso lento y complejo que requiere la participación de toda la sociedad. Sin embargo, con educación, apoyo y recursos, es posible fomentar una cultura de amor propio y dignidad que beneficie al género femenino.