Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Primero fue la calificación de riesgo país por Moody’s hace una semana, bajando la perspectiva de riesgo de deuda soberana mexicana de positiva a negativa.
Después, hace 2 días Fitch anticipa recesión técnica en México y estancamiento en todo 2025. La calificadora advierte que la economía enfrenta una elevada incertidumbre por los aranceles del 25% de EU; también reduce su pronóstico para 2026 a 0.8%.
Ahora, para la OCDE México enfrenta un escenario económico crítico para 2025, marcado por una recesión técnica impulsada por factores externos y estructurales.
La amenaza el 2 de abril de implementación de aranceles estadounidenses del 25% a las exportaciones mexicanas –que representan más del 80% de sus ventas externas– desencadenaría una contracción del 1.3% del PIB, según la OCDE. Este shock comercial impactaría especialmente al sector manufacturero, generando:
Caída en exportaciones y empleo: Se proyecta destrucción de 250,000 empleos formales en industrias exportadoras, con un aumento de la tasa de desempleo a 4.5%.
Presión cambiaria: El peso se depreciaría a 22.28 por dólar, elevando costos de importación para medicamentos y alimentos.
Crisis fiscal: La reducción de ingresos por exportaciones y recaudación tributaria limitaría la capacidad del gobierno para implementar estímulos, agravada por los compromisos de gasto en programas sociales.
El sector energético enfrenta riesgos existenciales: Pemex podría entrar en bancarrota técnica si los precios del petróleo caen por debajo de USD 60/barril, situación que afectaría el 15% de los ingresos fiscales. La inflación, aunque proyectada en 3.2% por Banxico, mostraría presiones específicas en alimentos (+6.5%) y medicinas (+8%) por devaluación y problemas logísticos.
Recomendaciones clave:
Sector privado: Reorientar cadenas de suministro hacia mercados alternativos (Asia, Sudamérica).
Hogares: Mantener ahorros en instrumentos indexados al dólar (UDIBonos) y diversificar fuentes de ingresos
Gobierno: Negociar cláusulas de exención arancelaria en el T-MEC y acelerar reformas para atraer inversión en nearshoring
El escenario supone 18 meses de contracción económica, con recuperación gradual en 2026 condicionada a la renegociación de la política comercial bilateral y a reformas estructurales en productividad laboral (actualmente 45% inferior al promedio OCDE).