Por Mario Díaz
H. Matamoros, Tamaulipas.-Entre reparto de responsabilidades y acusaciones de escenarios montados está transcurriendo el espinoso, escabroso y tenebroso caso relacionado con el campo de adiestramiento y exterminio localizado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.
En efecto, mientras la fiscalía estatal jalisciense y la Fiscalía General de la República aseguran estar realizando sus respectivas investigaciones, en paralelo, el gobierno federal y voces opositoras se acusan mutuamente de montaje de escenarios para tratar de desvirtuar los hechos.
Por lo pronto, ALEJANDRO GERTZ MANERO, titular de la FGR, asegura que la Fiscalía de Justicia del Estado de Jalisco no integró debidamente la carpeta de investigación iniciada en septiembre del año pasado, luego de irrumpir en el rancho Izaguirre y haber localizado elementos presumibles de comisión de delitos.
GERTZ MANERO anunció oficialmente que la dependencia a su cargo detectó 15 omisiones de la fiscalía estatal, por lo que esa dependencia actuó irregularmente y, por lo tanto, le asiste responsabilidad en la indagatoria.
Entre otras, el fiscal general señala que no se realizó el rastreo de indicios o huellas de los hechos y que, además, no se procesaron adecuadamente los vehículos en el lugar y que tres fueron robados.
También, que no se realizó la inspección total y exhaustiva del inmueble durante a diligencia de la fiscalía estatal en septiembre de 2024 y que no se procesaron la ropa, zapatos y otros artículos encontrados en ese lugar.
Luego de atraer el caso por orden presidencial, la FGR determinó que, a seis meses del aseguramiento del campo de exterminio y adiestramiento, los servicios periciales de la fiscalía jalisciense no han emitido un dictamen definitivo que establezca la antigüedad e identidad de los restos óseos localizados durante el cateo.
El titular de la Fiscalía General de la República determinó que luego de la diligencia estatal, el rancho Izaguirre quedó en abandono y sin vigilancia y que, además, no se le dio vista a la FGR por las armas de fuego de alto calibre encontradas durante la diligencia.
Pero no tan solo el reparto de responsabilidades del gobierno de la Cuarta Transformación a otros sexenios federales y estatales ha matizado el caso que ha dado vuelta al mundo: el supuesto o real montaje de escenarios también forman parte del presente caso que exhibe la triste realidad que vive nuestro país en materia de seguridad pública.
GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA, presidente de la mesa directiva del Senado de la República, se desgarra las vestiduras afirmando que “los enemigos del régimen” están atrás del caso Teuchitlán y que, incluso, están manipulando al colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. “Quién asegura que los zapatos encontrados pertenecieron a los desaparecidos”, es el argumento del senador petista.
Casi a la par, surgió un extraño video en donde supuesta o realmente, una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación se deslindaba de los hechos, aunque, eso sí, con una narrativa y retórica nada propias de quienes forman parte de la delincuencia organizada.
Juzgue usted: “¡Somos el pueblo, servimos al pueblo y estamos con el pueblo!”, externó quien llevaba la voz cantante del supuesto grupo fuertemente armado del CJNG que posó para la videograbación.
A pesar de que el gobierno de la 4T considera que las críticas a través de las redes sociales con relación al citado video son manejadas por opositores al régimen por medio de miles de “boots”, la realidad es que la edición de ese material informativo generó muchas dudas acerca de su autenticidad y, por el contrario, permite suponer que se trata de un video-montaje.
Cuestión de analizar distintas acciones del CJNG casi de manera simultánea. Por un lado, autonombrándose como defensores y servidores del pueblo y, por el otro, emboscando a elementos del Ejército Mexicano y Guardia Nacional, provocando bajas mortales entre las fuerzas armadas federales.
¿Cómo la ve?
DESDE EL BALCÓN:
I.-Si la Fiscalía General de la República realmente pretende transparentar el caso Teuchitlán y no convertirlo en otro Ayotzinapa, debería autorizar la presencia de los integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, quienes, a final de cuentas, son los verdaderos descubridores de la “escuela del terror”.
Y hasta la próxima.