Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- Este jueves, el portal noticioso BREITBART NEWS, afamado por su carácter misógino, xenófobo y racista, subió una nota policiaca que parecería de rutina (un homicidio en Maryland) si no fuera por el lenguaje empleado.
Se refiere a un sospechoso centroamericano como «guatemalan illegal alien“… ¿Alien?, ¡xenofobia galáctica!, ¿en la era TRUMP, los indocumentados son alienígenas?…
Pero resulta que la palabra tiene raíces históricas, ha sido empleada para referirse a visitantes extranjeros y está en el vocabulario jurídico desde el siglo antepasado. Mucho antes de ser empleada por la ufología, el cine de Hollywood, la talentosa SIGOURNEY WEAVER y su octavo pasajero.
De origen, el término se aplicaba en dicho país de manera indistinta para inmigrantes con y sin documentos, por igual. Desde luego es discriminatoria y ofensiva. Tanto que, en fecha reciente, la expresión compuesta “ilegal alien” está siendo eliminada en estados como California y Colorado.
La consideran deshumanizante, pues refuerza estigmas negativos hacia los inmigrantes. Se emplean ahora expresiones más neutrales como «no ciudadano» o «indocumentado» («noncitizen», «undocumented»). Aunque la crueldad no varía.
EXTRAÑO ENEMIGO
La palabreja despectiva volvió con fuerza tras el surgimiento del trumpismo, entre políticos ligados al Partido Republicano y medios conservadores.
Como etiqueta aplicada al entorno migratorio, afianza la idea de que quienes cruzan la frontera representan una amenaza o son disruptivos hacia la normalidad de los pobladores locales.
En los distintos campos del conocimiento resulta un reto encontrar derivados de dicho concepto que tengan una connotación positiva. Suelen ser hostiles.
En psiquiatría, por ejemplo, la alienación alude a diversas formas de enfermedad mental. En el catolicismo medieval llamaban alienación (“alienatio”) a la posesión demoniaca. Ya desde entonces, alien significaba «ajeno» o «extraño».
Así que, imagínese usted, lo que representa llamar alien a un forastero pobre que abandona su país de origen huyendo del hambre, el desempleo, la persecución política o la violencia criminal. O todo junto.
Parecen concurrir en un solo gesto fobias como el racismo, el clasismo y (de nuevo) la xenofobia. La incapacidad de ver en el otro un espejo. Negación a coexistir con la alteridad.
AGUAS CON LA MIGRA
Lo cual de alguna manera me remite al filme “Men in Black”, en su primera edición de 1997, que empieza (mire usted) con el operativo de la “migra” americana interceptando un camioncito de indocumentados cerca de la frontera con México.
Bien marcado el contraste entre la prepotencia de los uniformados y la humildad de los pasajeros. Por entonces no existía el ICE (Immigration and Customs Enforcement), creado por GEORGE BUSH en 2003. En aquel 1997 la chamba estaba a cargo del INS (Immigration and Naturalization Service), entre otros organismos.
Aunque para nuestros “mojados” no hay mucha diferencia. Es igual cualquier amenaza policial que les impide encontrar un mejor destino al norte del río Bravo.
Es cuando aparece por primera vez el personaje de KEVIN BROWN (TOMMY LEE JONES) presentándose como una autoridad de la más alta jerarquía, para hacerse cargo del interrogatorio.
No porta uniforme ni placa, viste saco, pantalón, corbata y lentes del mismo color negro. Tampoco le preocupan los braceros. Lo que busca es un extraterrestre que viaja disfrazado entre ellos.
Para identificarlo, forma a los indocumentados en fila y, uno a uno, les habla en español, sonríe y bromea, palmeando espaldas a hombres y mujeres ilegales.
-“Oye bato, ¿qué pasa, cómo estás?”, -“¿Muy bien, eh?”, -“¡Abuela!, no te preocupes”, -“Bienvenido a Estados Unidos”, -“¿A dónde vas?, ¿Nogales?”, -“Buscando trabajo, sin duda”, -“¿Y tú, lo mismo?”, -“Un gusto verte”…
Hasta que encuentra, por fin, a alguien que no entiende una pisca de castellano. ¡Bingo!… KEVIN se encarga del alienígena y (contra la voluntad de la “migra”) informa a los mexicanos que pueden seguir tranquilamente su camino por los Estados Unidos.
El pasaje se pitorrea de la fobia antimigratoria. En los años siguientes, a lo largo de la franquicia (ya va en su cuarta película) predomina la sensación de que la llegada continua de seres muy diferentes resulta inevitable en su mundo. Solo les queda aprender a convivir con ellos. Por supuesto, es ficción.
TELECOMUNICACIONES
En fin, también este jueves, Presidencia mandó una iniciativa al Congreso que prohíbe a las empresas de medios transmitir mensajes con propaganda extranjera. Como, por ejemplo, los espots del Departamento de Seguridad norteamericano.
A la inversa del orden acostumbrado, esta vez empiezan con el Senado y la próxima semana turnan el proyecto a la Cámara Baja. De aprobarse, establecería la prohibición para “transmitir propaganda política, ideológica, comercial o de cualquier tipo de gobiernos o entidades extranjeras, con la excepción de la promoción turística o cultural.”
Tampoco se permitirá que otros gobiernos utilicen los medios de comunicación nacionales para influir en asuntos internos del país. La determinación será aplicable a concesionarios y plataformas digitales disponibles en México (streaming, por ejemplo).
Quienes incumplan con el ordenamiento estarán sujetos a multas que ascenderán hasta el 5 por ciento de los ingresos que reciba el concesionario. Veremos como se traduce esto en la realidad de cada día.
BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com