-El magnate neoyorquino obtiene calificación negativa en aprobación
-El millonario sudamericano falla en gobierno y enfrenta pérdida económica
-Ni Trump ni Musk lograron aterrizar sus proyectos en los primeros 100 días
H. Matamoros, Tamaulipas.-Dos poderosos personajes-política y económicamente hablando-del planeta no tan solo no lograron aterrizar sus respectivos planes y proyectos programados para los primeros 100 días posteriores al 20 de enero del año en curso, sino que, además, vieron impactados sus índices personales.
En efecto, DONALD TRUMP, presidente de los estados Unidos de América, no ha logrado imponer el nuevo orden mundial en materia comercial, tampoco ha logrado repatriar a millones de indocumentados, no ha comprado Groenlandia ni mucho menos se ha apoderado del canal de Panamá, entre otras fallidas expectativas en su segundo período presidencial.
Del mismo modo, el hombre más rico del mundo, el afroamericano ELON MUSK, a quien la oposición demócrata califica como “copresidente no elegido”, otras opiniones como “genio capaz de desmantelar la burocracia” y “migrante parasitario que juega a ser Dios”, no ha logrado ni el 10% de lo que prometió al frente del flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE por sus siglas en inglés).
Ambos, TRUMP y MUSK, a pesar del bombo y platillo conque anunciaron los ambiciosos planes de gobierno y la reducción del gasto público, respectivamente, la realidad ha sido muy distinta y, lo peor del caso, es que la factura ha sido muy alta.
El millonario neoyorquino que despacha desde el salón Oval de la Casa Blanca acusa solo un 41% de aceptación popular a pesar de que los dígitos le favorecían ampliamente desde el día que colocó su diestra en la biblia. Respecto a la contundencia gubernamental el 22% de los encuestados brindó su aprobación, pero el 45% opinó de manera contraria.
El propietario de Tesla y Space X enfrenta un severo golpe a sus finanzas personales, luego de que su empresa productora de autos eléctricos registrara una caída en los beneficios por el orden del 71% por lo que, según anunció, pasará menos tiempo en atender la responsabilidad que le encomendó el presidente DONALD TRUMP para centrarse en recuperar sus finanzas personales.
Pero, vayamos por partes.
El presidente de la Unión Americana ha registrado una notable caída en la calificación aprobatoria a partir del mes de marzo como consecuencia del incremento arancelario que impactó los mercados bursátiles provocando volatilidad.
La credibilidad y seriedad de TRUMP ha descendido notablemente tras no cumplir a sus representados la promesa de la “época dorada” y la “bonanza de los Estados Unidos”, luego de implementar una errática política aduanera que ha generado preocupación e incertidumbre entre los empresarios y consumidores estadounidenses, sobre todo los compradores de productos chinos etiquetados con aranceles del 145%.
Peor aún cuando es cada vez más notorio el regreso al proteccionismo y renuncia a la globalización que marca la política trumpista en materia de comercio internacional y, además, la turbulencia que genera las decisiones muy difíciles de prever que aplica un día sí y otro también, el presidente yanqui.
Opiniones encontradas a la política gubernamental de TRUMP consideran que la emisión de más de 140 decretos ejecutivos a partir del pasado 20 de enero, podría ser una evidencia de intento de socavar las normas democráticas por lo que “probablemente se convertirá en la mayor amenaza para la democracia estadounidense del último siglo”.
Por otra parte, para un sector importante de la sociedad norteamericana ELON MUSK entró con el “pie izquierdo” al gabinete de DONALD TRUMP quien le creó la dirección del Departamento de Eficiencia Gubernamental con la misión de concentrar un mayor poder a quien preside la tierra del tío Sam.
El desmantelamiento de la agencia oficial encargada de canalizar recursos para ayuda humanitaria en poblaciones vulnerables del planeta y el despido de miles de empleados del gobierno, se convirtió en el principio del fin del magnate sudamericano en lo que a política gubernamental se refiere.
Para ojos de propios y extraños, ELON MUSK solo ha logrado recortar el gasto gubernamental en 160 mil millones de dólares a pesar de la promesa de suprimir entre uno y 2 billones de dólares, lo cual es tomado como un fracaso en su incursión en el gobierno del país más poderoso del mundo.
Como es evidente, es claro que los personajes antes mencionados han fallado en sus expectativas, promesas, planes y proyectos programados para los primeros 100 días del régimen trumpista en los Estados Unidos.
La pregunta lógica es ¿qué sucederá en los siguientes 100 días?
DESDE EL BALCÓN:
I.-Los índices negativos que registran DONALD TRUMP y ELON MUSK podrían demostrar que el autoritarismo no es la mejor herramienta para gobernar y que el éxito en las finanzas empresariales no necesariamente es una garantía para sobresalir en la política gubernamental.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx