Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Este fin de semana, Tamaulipas recibió la visita del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué Sacristán, enviado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en respuesta directa a la grave crisis que enfrenta el sector agropecuario del estado.
El gobernador, Dr. Américo Villarreal Anaya encabezó los trabajos en Casa Tamaulipas, donde se reunieron autoridades federales, estatales y representantes de productores de sorgo, maíz y usuarios de los distritos de riego 025 y 026, zonas especialmente afectadas por la sequía y la falta de agua para riego.
Tamaulipas, históricamente conocido como el “granero de México”, atraviesa una de sus peores crisis agropecuarias. Los principales problemas identificados incluyen:
* Sequía prolongada: La región norte enfrenta bajos niveles en las presas y escasez de lluvias, agravando la disponibilidad de agua para riego en los distritos 025 y 026.
* Deuda de agua con Estados Unidos:
El cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 ha generado presión para desviar agua a Texas, lo que ha causado alarma entre los agricultores locales, quienes demandan priorizar el abasto nacional y advierten sobre el impacto en la producción de maíz y sorgo.
* Crédito insuficiente: El 80% de los agricultores no son sujetos de crédito debido a carteras vencidas, lo que limita su capacidad para capitalizarse y acceder a insumos esenciales.
Hay escasez y altos costos de semillas certificadas y fertilizantes, además de que los apoyos suelen llegar tarde en el ciclo agrícola.
Los productores enfrentan precios bajos y prácticas de intermediarios (“coyotes”), lo que reduce su rentabilidad y competitividad frente a productores de Estados Unidos, quienes cuentan con subsidios y seguros agrícolas.
Durante la visita, el secretario Berdegué anunció una serie de acciones inmediatas y estratégicas para atender la emergencia y fortalecer la soberanía alimentaria en Tamaulipas:
Plan Estratégico de Acción “a la medida”:
Se instalará una mesa de trabajo permanente entre autoridades federales, estatales y productores para diseñar soluciones específicas a los desafíos del campo tamaulipeco.
A partir de los primeros días de junio, se iniciará la distribución de fertilizantes a los productores locales, con el objetivo de mejorar la productividad y reducir los costos de producción.
Se habilitarán ventanillas para la actualización de expedientes y la recepción de solicitudes de apoyo, facilitando el acceso a programas y recursos federales y estatales.
Se abordará la gestión del recurso hídrico, buscando alternativas para garantizar el riego agrícola y defender el interés de los productores tamaulipecos ante las presiones externas por la deuda de agua con Estados Unidos.
Autoridades federales y estatales realizaron recorridos por instalaciones de Segalmex y dependencias relacionadas, para supervisar la operación de los programas de apoyo y la atención directa a los productores.
El secretario Berdegué destacó la colaboración estrecha entre el gobierno federal y el estatal, reconociendo la gestión activa del gobernador Américo Villarreal Anaya para canalizar las preocupaciones del sector rural y buscar soluciones conjuntas. Por su parte, Villarreal Anaya reiteró el compromiso de Tamaulipas con los objetivos nacionales de bienestar social, autosuficiencia y soberanía alimentaria, y expresó el respaldo de la entidad a la presidenta Claudia Sheinbaum en los retos que enfrenta el país.
Aunque las lluvias recientes han mejorado temporalmente los niveles de las presas, la situación estructural del campo tamaulipeco sigue siendo crítica. La falta de incentivos para los jóvenes, la ausencia de subsidios y seguros, y la presión de los mercados internacionales obligan a una intervención integral y sostenida. El gobierno federal y estatal han dado un paso relevante al instalar mesas técnicas y comprometer recursos, pero la solución definitiva requerirá continuidad, inversión y la participación activa de los productores en la toma de decisiones.
La visita del secretario de Agricultura y el respaldo explícito de la presidencia marcan el inicio de una nueva etapa de colaboración para rescatar y revitalizar el campo tamaulipeco, con acciones concretas orientadas a mitigar la crisis y sentar bases para su recuperación a largo plazo.