Fugitivo, Kombo, Elizalde

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Cd. Victoria, Tam.- Hasta el mediodía de este miércoles seguían desaparecidos cinco integrantes del conjunto musical GRUPO FUGITIVO, originario de Reynosa. Su fuerte, los corridos tumbados (“relajados”), música norteña con una mezcla de ritmos urbanos, hip-hop, reguetón, trap.
Crónicas de acciones delictivas; creaciones propias y también “covers”. Especialistas en el tema mencionan ahora un subgénero denominado “corridos bélicos”. Narrativa de hechos consumados o simples desplantes de fuerza ante enemigos abiertos o probables.
El pasado domingo 25 de mayo, los músicos se presentaron en la colonia Riberas de Rancho Grande, en Reynosa, después de lo cual, familiares y amigos les perdieron el rastro.
El martes 27, la camioneta Chevrolet Yukón que los transportaba fue ubicada en la colonia La Cañada del mismo municipio. Aparentemente, habrían recibido un telefonema para una “tocada” de último momento y no hubo más noticia de ellos.
Como proyecto musical apenas empezaban. Su fundación data de 2024 y las edades de los miembros desaparecidos oscilan entre los 20, 21, 23, 27 y 40 años. En la red de #YouTube circula la versión de que un sexto miembro se habría salvado por llegar tarde al punto de reunión.
El tema ya está en manos de colectivos de búsqueda como “Amor por los Desaparecidos” y “Siguiendo tus Pasos”, entre otros. Seguramente habrá más reportes de ellos al momento de publicarse estas líneas. Sin asomo de duda, es ya noticia nacional.

LEVANTÓN EN BOLA
Las limitaciones de espacio en esta columna impiden un recuento exhaustivo de ejemplos similares ocurridos en las últimas décadas. Resaltaría, sin embargo el caso de KOMBO KOLOMBIA, conjunto regiomontano fundado en 2010, muy numeroso además (alrededor de 20 elementos).
Tocaban vallenato y cumbia. Se recuerda una melodía festiva con el nombre de «Libres y Lokos» que dedicaron al club de futbol “Tigres” de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Por igual, habían sido contratados para una fiesta privada en una finca rural en el municipio de Hidalgo, Nuevo León, cuando un comando armado se los llevó, en la madrugada del 25 de enero de 2013. Detalle curioso: el público asistente no resultó agredido.
Los artistas fueron trasladados a un rancho en el municipio de Mina, siendo ejecutados 17 de ellos y arrojados a un pozo de una profundidad calculada en 15 metros. Oficialmente, nunca se supo de autores materiales ni intelectuales.
Solo la sospecha de que uno de los músicos tendría relación con una banda delictiva contraria. Pero nada se comprobó. En aquellos años, el noreste mexicano era noticia por el choque frontal entre dos poderosas organizaciones, en principio aliadas y después rivales, cuya ruptura data del 2010.
La fase más intensa de dicha guerra se prolongó durante la segunda década del presente siglo y subsiste hasta la fecha de manera focalizada, con liderazgos más jóvenes y nuevas identidades.

EL CANTANTE
Se recuerda también el caso del sonorense VALENTÍN ELIZALDE, «el Gallo de Oro», ultimado en 2006, tras presentarse en el palenque de la Expo-Feria en Reynosa.
La explicación que circuló en medios y fuentes informales no está documentada, ni respaldada por testimonio alguno. Solo se dice que antes de la presentación había recibido un recado donde le advertían que evitara interpretar el corrido «A mis enemigos», cuya letra desafiante tendría dedicatoria para un grupo local.
Aparentemente entendió el mensaje, pero de madrugada, los asistentes ya entrados en copas, insistían una y otra vez en pedirle la canción y el hombre finalmente accedió. Rompió la regla no escrita que aconseja jamás meterse con la gente fuerte de la localidad.
Al concluir su actuación, habían pasado las tres de la mañana, VALENTÍN abordó una camioneta Subúrban junto con su chofer, su representante y un primo. Todo fue muy rápido. Apenas salir del recinto, les cerró el paso un grupo armado y los atacó a mansalva.
Más de 70 detonaciones de AK-47 y AR-15 impactaron al vehículo. En el lugar mismo murió ELIZALDE, también su chofer y su representante. El primo quedó herido pero sobrevivió.
Era el 25 de noviembre de 2006, a escasos cinco días de terminar el sexenio de VICENTE FOX, con su inminente sucesor FELIPE CALDERÓN acusado de fraude donde quiera que se paraba (“espurio”, le gritaban) y la justicia no tenía tiempo para ocuparse de casos así.
Hubo un detenido hasta dos años después, en 2008, como probable autor del crimen. Pero la duda prevaleció entre la opinión pública pues ya para entonces había demasiadas teorías conspirativas de presuntos expertos y familiares del artista. Lo cual incluía, entre otras explicaciones, la presunta represalia por interpretar la canción incorrecta en el lugar incorrecto.
Sin embargo, en abril pasado, FRANCISCO ELIZALDE, hermano de VALENTÍN, citado por la cadena UNIVISIÓN (https://tinyl.co/3M3L) ofreció una teoría muy diferente del caso, según la cual, el móvil del atentado habría sido un lío de faldas, porque “se vinculó con la chica equivocada”, para añadir que los autores del crimen, “unos están en la cárcel” y otros “ya fallecidos.”
El común denominador en los tres casos apunta hacia una temática criminal que puede producir altas utilidades en poco tiempo. Pero también es de muy alto riesgo para intérpretes y compositores. Quienes le cantan al amor suelen tener vidas más largas.

BUZÓN: lopezarriagamx@gmail.com
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