Por José Gregorio Aguilar
Como parte de una estrategia para reforzar la transparencia en inspecciones sanitarias, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) comenzó a equipar a sus verificadores con cámaras de solapa, herramienta que permitirá documentar cada visita a establecimientos con fines de inspección.
“Queremos que el usuario, el dueño del negocio y la población tengan la seguridad de que actuamos con transparencia y honestidad”, aseguró el director de Coepris, Mario Rebolledo Urcadiz.
De la sospecha al control: respuesta institucional al escrutinio social
Rebolledo Urcadiz reconoció que la dependencia ha sido blanco de señalamientos por malas prácticas en años anteriores, y que esta medida busca reconstruir la confianza ciudadana a través del monitoreo visual del desempeño de los inspectores.
“No tenemos quejas o denuncias formales, pero corremos riesgos. Queremos demostrar que estamos actuando de manera adecuada”, enfatizó.
Actualmente operan 30 cámaras, y durante este año se instalarán otras 30 adicionales como parte de una estrategia gradual que pretende cubrir a los 120 verificadores en todas las regiones del estado.
“Vamos en etapas: 30, 60, 90… hasta completar los 120 verificadores. Todos estarán equipados”, explicó el titular.
El funcionario subrayó que la videograbación no es obligatoria para el establecimiento, y que la inspección solo se realiza con anuencia del propietario. Las cámaras han sido implementadas principalmente en empresas grandes, donde el manejo de información y procesos exige mayor cuidado.
“Lo hacemos con permiso, sobre todo en establecimientos grandes, donde hay sensibilidad en el manejo de datos”, dijo Rebolledo.
La medida se enmarca en la política de orden y legalidad impulsada por el gobierno estatal, y busca que los verificadores trabajen sin margen para arbitrariedad ni sospechas, fortaleciendo la relación entre ciudadanía e instituciones sanitarias.