jueves, 7 de agosto de 2025

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Preocupan mensajes de “No Vacunas” en plataformas de redes sociales

Por José Gregorio Aguilar En el sur de Tamaulipas, y desde hace alguno años, autoridades…

Preocupan mensajes de “No Vacunas” en plataformas de redes sociales

Por José Gregorio Aguilar
En el sur de Tamaulipas, y desde hace alguno años, autoridades de salud detectaron la presencia de grupos organizados que se oponen activamente a la vacunación, difundiendo mensajes de desinformación a través de redes sociales y plataformas como WhatsApp.
Esta situación ha generado preocupación entre especialistas, quienes advierten sobre los riesgos que representa para la salud comunitaria.
Martin Arturo Rodríguez Alcocer, subsecretario de Atención Médica, reconoció la existencia de estos grupos y detalló las acciones emprendidas para contrarrestar su influencia. “Afortunadamente hemos estado pendientes de estos grupos y hemos estado interviniendo con los equipos de atención epidemiológica para platicar con ellos y llegar a un acuerdo que facilite el acceso a las vacunas”, señaló.
Según Rodríguez Alcocer, los esfuerzos han comenzado a rendir frutos. “Ha habido una recepción adecuada de esta información y ya se está vacunando a esas poblaciones. Afortunadamente sí ha habido una aceptación y eso es favorable”, añadió.
Los grupos antivacunas han encontrado en WhatsApp un canal eficaz para propagar teorías conspirativas y temores infundados sobre los efectos de las vacunas. Esta dinámica no es exclusiva de Tamaulipas; en diversas regiones del país, la desinformación ha obstaculizado campañas de vacunación, especialmente en comunidades con acceso limitado a fuentes confiables.
La estrategia del gobierno estatal ha priorizado el diálogo directo con las comunidades, mediante brigadas epidemiológicas que explican los beneficios de la vacunación y desmontan mitos. Este enfoque ha permitido avanzar en la cobertura de inmunización en zonas previamente reacias.
La resistencia a las vacunas es un fenómeno global que ha cobrado fuerza en la última década, alimentado por la desconfianza hacia instituciones, el auge de las redes sociales y la polarización informativa. Organismos como la OMS han advertido que el movimiento antivacunas representa una de las principales amenazas para la salud pública mundial