jueves, 14 de agosto de 2025

Columnas, Interiores

Segunda cuerda, segunda

Por Carlos López Arriaga Cd. Victoria, Tam.- Distintas maneras de percibir el tiempo. Aunque la noticia…

Segunda cuerda, segunda

Por Carlos López Arriaga
Cd. Victoria, Tam.- Distintas maneras de percibir el tiempo. Aunque la noticia del traslado penitenciario se difundió en pocos minutos, su ejecución exigió meses de intenso trabajo conjunto, elaborado con paciencia de relojero por una docena de dependencias en ambos países.
La difusión fue el campanazo final, sobre la lógica de los hechos consumados, cuando los reos ya dormían en alguna crujía estadounidense. El esfuerzo previo fue intenso, exigió objetivos claros y sigilo extremo.
Esta segunda cuerda de reos mexicanos fue despachada en la mañana del martes 12 de agosto, tomando por modelo de trabajo la deportación de 29 delincuentes efectuada el jueves 27 de febrero. Fechas, ambas, que ya merecen un lugar en la memoria.
Esta vez fueron 26 personas, por igual de cárteles distintos. Aflora aquí la confusión sembrada en redes por adversarios del gobierno guinda, cuando califican a los integrantes de esta nueva remesa como “perras flacas.”
Afirmación contagiosa porque, en efecto, entre estos 26 reos hay gente de diversos niveles, diferentes zonas geográficas y trayectorias variadas.
Por supuesto, comparados con las superestrellas de la remesa anterior, o las extradiciones previas de tipo individual, algunos tienden a menospreciar el caso, solo porque los nombres no les suenan conocidos al lector promedio, poco actualizado en el “who is who” del narco actual.
Las generaciones se suceden. Los viejos jefes de los años 80s y 90s como el “Chapo” GUZMÁN, el “Mayo” ZAMBADA, ERNESTO FONSECA, MIGUEL FELIX GALLARDO, RAFAEL CARO QUINTERO, JUAN JOSÉ ESPARRAGOZA o JUANITO GARCÍA ÁBREGO, están en prisión o murieron hace tiempo. Sobreviven como leyendas.

LOS ENVIADOS
En principio, figura en la lista reciente un peso completo de la delincuencia purépecha, como es SERVANDO GÓMEZ «La Tuta», líder fundador de dos poderosas organizaciones. La “Familia Michoacana” y los “Caballeros Templarios”.
Implacable en sus guerras, pero hábil y muy didáctico en su narrativa. Lo cual debe SERVANDO a su profesión de maestro normalista, que en su juventud lo llevó a participar en la grilla sindical, antes de incursionar en la delincuencia.
Otro personaje de primer nivel incluido en este segundo envío fue ABIGAEL GONZÁLEZ VALENCIA, mejor conocido por su sobrenombre (el “Cuini»), apodo extendido a sus subordinados (los “Cuinis”), grupo asociado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Y un factor familiar de mucho peso. El “Cuini”, es cuñado del “Mencho” OSEGUERA, líder máximo del CJNG, donde manejó las finanzas y administró transacciones internacionales de narcóticos.
Sin olvidar a los hermanos JESÚS y LUIS IGNACIO AMEZCUA, directivos de una organización muy discreta que por años ha comerciado anfetaminas. El Cártel de Colima (mejor conocido como “de los AMEZCUA). Los reyes de la anfetamina.

MÁS TODAVÍA…
El traslado incluyó a ENRIQUE ARBALLO (alias el «Junior») uno de los 30 fugitivos más buscados por la DEA. También al exagente ministerial BENITO BARRIOS (el “Comandante”) requerido por un tribunal de Arizona.
Además de JUAN CARLOS FÉLIX (el “Chavo Félix»), de nexos familiares relevantes, por ser yerno y operador financiero del «Mayo» ZAMBADA.
Importa señalar estos casos a manera de ejemplos. Para una lectura exhaustiva con nombres, cargos y ubicación geográfica, me remito a recuentos de portales como UNOTV (https://tinyl.co/3agi).
En dicha fuente, como en todos los periódicos, la lista de personajes puede estar completa, aunque su papel dentro del mapa delictivo suele aparecer (todavía) con la etiqueta de “no especificado”.
Al respecto, OMAR GARCÍA HARFUCH explicó que dichos reos “aún privados de su libertad continuaban dirigiendo” actos delictivos. Y muchos de ellos “habían conseguido amparos para permanecer en cárceles de baja seguridad.”
De cualquier manera, un dato muy importante es que la lista de 26 expatriados se confeccionó mayormente en Estados Unidos. Fue la justicia gringa la que solicitó su extradición.
En pocas palabras, los 26 individuos fueron requeridos formalmente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, pues tenían órdenes de extradición por cargos graves como narcotráfico, crimen organizado, lavado de dinero y delitos violentos.

SON ACUERDOS
Sardinas no son. Se trata de peces gordos que en muchos casos pasaron desapercibidos para la opinión pública, aunque las agencias de inteligencia de ambos países los tenían cabalmente identificados.
Y ojo con esto. En muchos casos, la justicia americana está más interesada en la información que dichos señores poseen que en sus personas. La meta es apuntar más arriba, hacia los verdaderos jefes, ubicados en la clase política y el mundillo empresarial.
Al igual que en febrero pasado, se evitó el proceso formal de extradición por una razón muy sencilla. El método tradicional (es decir, la vía judicial estándar) suele entorpecer y retrasar por años la deportación, debido a triquiñuelas de la defensa y veredictos amañados por jueces de bolsillo alegre.
Los dos gobiernos, en mutuo acuerdo, instrumentaron un procedimiento legal abreviado, para así garantizar la entrega efectiva de individuos considerados de alto riesgo para la seguridad nacional, al norte y sur del río Bravo.
Ambos operativos (febrero y agosto) son vistos ahora como el inicio exitoso de una alianza robusta entre México y Estados Unidos para enfrentar desafíos comunes en la lucha contra el crimen.

BUZÓN: [email protected]
WEB: http://lopezarriagamx.blogspot.com