Dr. Jorge A. Lera Mejía.
La instalación y puesta en marcha de una planta de fertilizantes en Reynosa y el desarrollo, aún en fase de estudios de factibilidad de una planta productiva de etanol a partir de sorgo y maíz sigue avanzando en firme.
La Secretaría federal de Energía recomienda impulsar de forma paralela la instalación de una planta de bioturbosina, debido a su mayor accesibilidad de mercado y alto valor agregado.
La planta de fertilizantes, con una inversión estimada de 1,300 millones de dólares, tendrá capacidad de producción de 700,000 toneladas anuales y generará alrededor de 1,500 empleos directos durante su construcción, cubriendo parte del déficit nacional, incrementando rendimientos agrícolas y posicionando a Reynosa como polo industrial con criterios de sostenibilidad ambiental.
Por su parte, la planta de etanol contempla el aprovechamiento del potencial agrícola del estado con sorgo y maíz se está evaluando en su capacidad productiva, superficie sembrada, rendimientos y comportamiento histórico de precios para garantizar rentabilidad a productores y abastecimiento seguro, estimando un consumo anual de cerca de 400,000 toneladas del grano.
En cuanto a la propuesta prioritaria de bioturbosina, se plantea su desarrollo en Valle Hermoso mediante la tecnología ATJ (Alcohol-to-Jet), que permite convertir azúcares del sorgo en etanol y posteriormente en combustible sustentable para aviación, con el potencial de reducir hasta 80% las emisiones de CO₂ frente al queroseno convencional y responder a la creciente demanda mundial de combustibles limpios en el sector aéreo.
El valor agregado de este proyecto radica en que el mercado de bioturbosina presenta menor barrera regulatoria y precio más competitivo, lo que lo hace atractivo para inversión privada y aporta resiliencia energética al país, reduciendo la dependencia de importaciones fósiles.
No obstante, ambos proyectos de biocombustibles deben enfrentar desafíos como la necesidad de inversión continua, marcos regulatorios claros y su integración a la cadena de suministro nacional.
La estrategia de Tamaulipas busca diversificar su matriz agroindustrial mediante fertilizantes y biocombustibles, aunque la prioridad estratégica y de mercado se inclina hacia la bioturbosina, considerada de mayor viabilidad técnica, demanda y valor agregado por las autoridades energéticas federales.