Por José Gregorio Aguilar
En medio del regreso a clases, más de un centenar de niños y adolescentes migrantes han comenzado el ciclo escolar en escuelas públicas de Matamoros y Reynosa, así como en albergues fronterizos. La cifra representa un esfuerzo conjunto entre el Instituto Tamaulipeco para los Migrantes (ITM) y la Secretaría de Educación del Estado (SET), que busca garantizar el acceso a la educación sin importar nacionalidad ni estatus migratorio.
Juan José Rodríguez Alvarado, titular del ITM, informó que desde el ciclo anterior se logró incorporar a más de 80 menores en edad escolar, y este año se sumaron 25 más, alcanzando así los 105 estudiantes inscritos formalmente en el sistema educativo.
“Todos los niños, sean mexicanos o extranjeros, tienen derecho a aprender. Esa es la instrucción del gobernador: que nadie quede fuera por su situación migratoria”, expresó Rodríguez Alvarado.
La mayoría de los menores cursa sus estudios en escuelas de Reynosa y Matamoros, aunque también se han habilitado espacios educativos dentro de los albergues para quienes enfrentan barreras particulares que les impiden asistir a un plantel.
El funcionario subrayó que los estudiantes migrantes asisten en condiciones normales, compartiendo aulas, materiales y horarios con el resto de la comunidad escolar. “Se trata de que vivan su educación con dignidad, como cualquier otro niño”, añadió.
Como parte del proceso, personal del Instituto de Migración ha acompañado a los menores en su inscripción a jardines de niños, primarias y secundarias, asegurando que la documentación esté completa y que cada niño reciba el apoyo necesario para integrarse plenamente.
Rodríguez Alvarado concluyó con una frase que resume el compromiso estatal: “En Tamaulipas, ningún menor debe quedarse fuera del sistema educativo.