Dr. Jorge A. Lera Mejía.
El Gobierno de Tamaulipas y los municipios de Tampico, Ciudad Madero y Altamira aplicaron una amplia contingencia por la creciente del río Pánuco, la cual ya ha sido oficialmente levantada tras confirmarse el descenso sostenido del caudal.
Según la Secretaría de Recursos Hidráulicos y Protección Civil estatal, fue la tercera avenida más grande en la historia del río, sin generar desbordamientos graves gracias a la coordinación intergubernamental y al uso de llanuras de inundación para absorber el exceso hidráulico.
Durante la emergencia, los tres ayuntamientos activaron comités municipales de Protección Civil, habilitaron refugios temporales en colonias bajas y realizaron recorridos preventivos en zonas como Guadalupe Victoria y Pescadores, mientras se mantenía constante comunicación con el Consejo Estatal de Protección Civil.
El gobernador Américo Villarreal supervisó los trabajos junto a la Comisión Nacional del Agua, la Marina y las autoridades municipales.
El 22 de octubre el Gobierno de Tamaulipas y el Consejo de Protección Civil determinaron levantar la alerta máxima tras comprobar que la avenida del río había desembocado en el mar y que las estaciones hidrométricas mostraban una tendencia irreversible a la baja. Tampico, Ciudad Madero y Altamira fueron declarados fuera de riesgo, aunque continuará el monitoreo permanente de los niveles del río.
ACCIONES DE ALTAMIRA
El Ayuntamiento de Altamira, encabezado por el alcalde Armando Martínez Manríquez, implementó una serie de acciones preventivas y de apoyo comunitario durante la creciente del río Pánuco. De acuerdo con el gobierno estatal y medios locales, la administración municipal desplegó brigadas de Protección Civil, Bienestar Social y Obras Públicas para supervisar bordos, reforzar drenajes y atender comunidades cercanas al cauce, especialmente en la zona ejidal y de la ribera.
Durante los días de mayor alerta, se monitorearon 132 viviendas en riesgo donde habitaban unas 400 personas, habilitando apoyos directos y rutas de evacuación preventiva.
Además, Martínez Manríquez impulsó una campaña humanitaria, enviando más de 10 toneladas de víveres y artículos de limpieza a familias afectadas por las lluvias en el norte de Veracruz, como gesto de solidaridad interregional.
El gobierno altamirense también coordinó acciones con Conagua y Protección Civil Tamaulipas para mantener actualizados los reportes hidrométricos, fortalecer los bordos naturales de contención y limpiar los cuerpos lagunares del lirio acuático para asegurar una mayor capacidad de desagüe y prevenir futuras inundaciones.










