Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Economista especialista en políticas públicas. SNII-2 SECIHTI.
Esta semana se volvió muy complicada respecto al paro de las principales carreteras del Bajío (Jalisco, Guanajuato y Michoacán), junto a algunas zonas de Sinaloa y otros 3 estados. El conflicto, la exigencia de los productores de maíz blanco de un precio promedio de 7 mil 200 pesos por tonelada. El Bajío está terminando sus cosechas y están en punto de almacenaje y distribución final. El resto de 24 estados productores de maíz blanco y amarillo están por iniciar sus cosechas.
Ayer se anunció un acuerdo con algunos agricultores en el conflicto, que ofrece 950 pesos de estímulos por tonelada, a los productores del Bajío, pero estos sólo representan 6 millón 700 mil toneladas.
La producción de maíz blanco del Bajío (Guanajuato, Jalisco, Michoacán) representa una parte significativa del total nacional, aunque no hay cifras específicas por estado en las fuentes disponibles, se estima que en 2023 estos estados representaron más de 6.7 millones de toneladas del total nacional de maíz blanco de aproximadamente 27 millones de toneladas. La cifra exacta puede variar debido a las condiciones de mercado y clima.
OPINIÓN DE ANALISTAS DEL ESTADO DE TAMAULIPAS
La advertencia de Edgar Melhem (ex diputado por Tamaulipas y ex dirigente del sector agropecuario) y Jorge Lera (analista económico e investigador nacional del SNNI Conahcyt), sobre la situación crítica del campo mexicano subraya la urgente necesidad de una estrategia integral que impulse tanto al sector agropecuario como a las pymes, pieza clave para la economía y empleos de México.
Ambos señalamos que las soluciones paliativas y el asistencialismo son insuficientes; lo esencial es reestructurar apoyos hacia la producción y la productividad, recuperando incentivos históricos como PROAGRO, PROGAN y PROCAMPO, además de fortalecer seguros agrícolas, el acceso a semillas mejoradas, fertilizantes y la equidad en las cadenas de suministro.
Crisis del Campo Mexicano
El campo mexicano enfrenta un abandono estructural que no se resuelve con subsidios de consumo ni transferencias sociales aisladas.
Las principales demandas incluyen:
* Resarcir cadenas productivas rotas para dinamizar el sector rural.
* Eliminar el coyotaje y los intermediarios, emparejando la oferta agrícola con las necesidades de la agroindustria.
* Fortalecer los esquemas de apoyos integrales, como seguros agrícolas y estímulos a la innovación genética (semillas mejoradas y fertilizantes).
Impacto de las Pymes y el Sector Agroalimentario
Las pymes y el campo contribuyen aproximadamente con el 75% de los empleos formales y el 55% del Producto Interno Bruto (PIB) en México, lo cual revela su importancia como sustentos del desarrollo nacional.
La aportación del campo al PIB de México varía, pero cifras recientes lo ubican en alrededor del 5.7% para el sector agropecuario y pesquero en el primer trimestre del 2025.
En cifras promedio, las Pymes en México aportan aproximadamente el 50% del PIB nacional y generan más del 70% del empleo en el país. Son el pilar, junto al campo, de la economía, ya que representan más del 90% de las empresas y son cruciales para el crecimiento económico, la innovación y la diversificación.
Las Pymes generan alrededor de 27 millones de empleos, que equivalen al 68.4% del total de personas que trabajan en el sector empresarial, mientras que el campo (sector primario) tiene una fuerza laboral de aproximadamente 6.44 millones de personas (a mayo de 2025).
Estos datos reflejan la importancia de ambos sectores, pero las Pymes ofrecen significativamente más empleos en términos absolutos.
Sin una política equitativa, el crecimiento del país queda estancado, especialmente si persisten la discriminación de pequeños y medianos productores y el favorecimiento de importaciones masivas de maíz transgénico amarillo, que compiten deslealmente contra el maíz blanco nativo.
Propuestas de Política Pública
* Recuperar incentivos históricos: Reinventar programas como PROAGRO, PROGAN y PROCAMPO para equilibrar los apoyos y orientarlos a resultados, no sólo a la asistencia social.
* Establecer incentivos ligados a la productividad y la innovación.
* Promover la soberanía agropecuaria mediante restricciones a la importación de maíz transgénico amarillo que afecta al principal producto nacional, el maíz blanco.
* Crear cadenas de suministro transparentes y evitar el coyotaje.
* Equiparar los beneficios para pequeños y medianos productores, evitando la concentración en grandes corporativos.
Relevancia de la Soberanía Agropecuaria
México es el mayor productor mundial de maíz blanco, insumo esencial para la identidad alimentaria nacional.
Sin “maíz no hay país”; la desatención a productores implica la ruptura de la soberanía alimentaria y productiva, lo cual pone en riesgo la base económica y social de México.
Por último, ligar la producción primaria con la agroindustria y el comercio es clave para fortalecer la economía mexicana y garantizar precios justos para productores y consumidores.
Se requiere crear cadenas de valor integradas que conecten a agricultores directamente con las plantas procesadoras y distribuidores, eliminando intermediarios (coyotes) que suelen absorber ganancias sin aportar valor real. Esto implica impulsar esquemas de cooperativas, asociaciones de productores y contratos directos con la industria, así como plataformas tecnológicas que faciliten la trazabilidad y transparencia en la comercialización.
Además, es fundamental que los apoyos gubernamentales prioricen la inversión en infraestructura de almacenamiento, transporte y transformación de materia prima, así como la capacitación en prácticas comerciales eficientes.
De esta manera, se mejora la rentabilidad del campo, se promueve la agregación de valor nacional y se contribuye a una cadena agroalimentaria más competitiva, innovadora y libre de prácticas especulativas.
La verdadera solución exige políticas estructurales que respalden la producción, recuperen incentivos perdidos, y equiparen la oferta agrícola con el desarrollo agroindustrial, para que el campo y las pymes continúen siendo el motor del crecimiento y el empleo en México.










