Hugo Reyna / Corresponsal
El Día de Muertos, encierra siempre un especial misterio y es fuente inagotable para echar a volar la imaginación y ante todo pretender develar el velo de incertidumbre que guardan estos días.
Reynosa como al igual que muchas regiones de la República Mexicano no es ajena a estas festividades arraigadas entre la comunidad, sobretodo el culto que se rinde de los vivos a los Muertos, aquellos que solamente se han adelantado en el viaje al más allá.
No por el hecho de estar ubicado en la frontera, lejos de los estados de la república, en donde es prolífico el folclore del Día de Muertos, Reynosa también tiene muchas historias y leyendas que contar, muchas de ellas del dominio popular, pero otras cautivantes y que proporcionan esa dosis de miedo y temor que todos
desean en sus vidas, más en estos días.
A diferencia del miedo, la ansiedad despierta la expectativa a lo desconocido, es algo inevitable en la vida cotidiana de cualquiera, pero cobra énfasis en el Día de Muertos y Noche de Brujas.
Reynosa aporta muchas leyendas, algunas difíciles de comprobar su autenticidad, pero otras más que han pasado de boca en boca por generaciones que ahora son tomadas como dogma y libres de cualquier duda.
Hace muchos años, el Panteón Municipal se encontraba en los terrenos que hoy ocupa el Hospital del ISSSTE “Dr. Baudelio Villanueva Martínez”, en 1944 se trasladó al Guadalupano frente al Parque de Béisbol, “Adolfo López Mateos”.
LOS FANTASMAS DEL ISSSTE
Desde entonces, cuando se efectuó el cambio de uso de suelo y se construyó el complejo médico, empezaron a circundar historias de fantasmas.
Quizás es el más popular tiene que ver con un hombre de avanzada edad que se pasea por los jardines posteriores, camina con la mirada perdida al caer la tarde antes del anochecer, pero no balbucea palabra alguna y de pronto se pierde por donde se encuentran las calderas.
Una más tiene que ver con una enfermera muy conocida y querida que súbitamente falleció y dicen que su alma anda penando por los pasillos, asustando y sorprendiendo a los derechohabientes y personal.
“De repente se aparece frente a enfermos o bien les mueve la cama, pero nunca ha pasado de eso”, dice, un enfermero con muchos años de labor en el ISSSTE.
El Hospital del Seguro Social tampoco es ajeno a estos sucesos paranormales incomprensibles, una historia alude a un anciano que iba a visitar a su hijo internado en el Hospital General, pero lamentablemente fue atropellado enfrente a la Institución y no pudo llegar a su cita.
Tiempo después de su muerte, gentes que juran haberlo visto, afirman que éste ancianito muerto, se aparece por los pasillos del Hospital o en los patios preguntando por su hijo.
EL FANTASMA DE LA QUINCEAÑERA DEL GUADALUPANO
Otra historia inquietante, proviene del Panteón Guadalupano al Poniente de Reynosa, se cuenta que, por las noches de Luna Llena, particularmente en Día de Muertos, se aparece una Hermosa jovencita Vestida de quinceañera, quien perdiera la vida antes de llegar a
cumplir ese anhelo de toda mujer, por ello ataviada con el vestido que en vida debería de usar deambula por los pasillos del camposanto, buscando a un
compañero con quien bailar.
Uno de los trabajadores del Panteón Guadalupano, comentó a reserva de guardar su identidad, que hace poco tiempo, uno de los guardias de seguridad pidió su
renuncia, luego de haber experimentado una de esas apariciones de la quinceañera.
“Estaba haciendo su rondín de vigilancia- explica- cuando al llegar a los límites del cementerio con el Canal Rodhe y el Panteón Español, sintió que una mano helada lo tocaba por la espalda, cuando volteó vio a la quinceañera que le pidió bailar y que sale
despavorido, el resto de la noche la pasó encerrado en la oficina y al día siguiente presentó su renuncia y cuando explicó el motivo, los patrones no le creyeron,
pero el jura que lo que vio fue verdad”.
Quizás estas historias para algunos sean solo cuentos o faltos de veracidad, pero para los protagonistas han sido episodios que los han enfrentado con los misterios de lo paranormal, lo que no tiene explicación y que, aunque breve la experiencia, ha sido
suficiente para ellos, respecto a la dosis de miedo y temor que se tiene al más allá.
Lo mejor es tratar de pasar la vida en armonía y honrar y preservar la memoria de nuestros seres queridos, alimentando su recuerdo y el llegado que ellos nos dejaron en vida, es una buena forma de conservar el Día de Muertos… ¿No cree usted amable
lector?












