Rudeza Innecesaria

Por Katy Cruz
En la “administración” de Lalo Gattás ya no hace falta oposición: el conflicto está en casa. Lo que debería ser un equipo de gobierno se ha convertido en una arena política donde el alcalde señala primero y pregunta después, incluso contra los suyos.
El caso más evidente es el de la síndica Lili García Fuentes, sindica que llegó bajo el mismo proyecto político, pero que hoy es tratada como adversaria dentro del propio Ayuntamiento. La forma en que Gattás ha permitido —y a ratos alentado— los ataques en su contra no solo exhibe una crisis de autoridad, sino también un desprecio a quien están en contra de sus políticas de atraco y desvío de recursos
Lo ocurrido en la reciente sesión de Cabildo fue más que una torpeza política, rudeza innecesaria? Por supuesto- y más aun, fue un acto de hostigamiento disfrazado de procedimiento. La lectura de un oficio de carácter personal, con información familiar y alusiones a su hijo menor, cruzó una línea que ningún servidor público debería traspasar. No fue una casualidad ni un error administrativo; fue una acción deliberada, con la clara intención de humillar.
Lo grave no es solo la falta de respeto hacia una integrante del mismo equipo, sino el mensaje que envía: en el gobierno de Gattás, la lealtad se mide por la obediencia ciega. Quien se atreve a pensar distinto, cuestionar o simplemente no rendir culto a la figura del alcalde, es automáticamente catalogado como traidor.
Lili García ha sido víctima de una estrategia de desgaste que combina la presión política con el aislamiento institucional. No se trata solo de diferencias de criterio; se trata de un intento por someter a quien no encaja en el molde del silencio. Y en ese proceso, el alcalde se ha exhibido como un líder inseguro, más preocupado por controlar que por gobernar.
Su estatura política y física no le da para mas..
El uso del Cabildo —un espacio que debería ser de debate público y respeto político— lo utiliza para ventilar asuntos personales, marca un antes y un después en esta administración. Lo que se hizo con la síndica no fue un error de forma, sino una muestra de fondo: la intolerancia de un tipo con traumas de inferioridad a pesar de estar en el poder lo dibuja de cuerpo entero
Al final, el verdadero descredito no fue contra Lili García Fuentes sino contra la imagen de un alcalde que ya había perdido autoridad y ahora pierde también la compostura.
Lalito ya comienza a perder el juicio ya arremete contra su propio equipo de trabajo y denota que ya no tiene el control de su “gobierno” y para rematar ni de el mismo
¿Y vaya que el descaro del cinismo de esta semana fue del Luis Lauro Reyes delegado de los programas sociales del bienestar en el estado cuando afirma que los recursos que se entregan son apolíticos y nadie los utiliza con fines diferentes y que no tiene conocimiento de que se haga mal uso de los mas de 22, 300 millones que se entregan durante el año en todo Tamaulipas a poco más de 741mil personas usted el cree? Yo menos- el ex alcalde de Güémez ha navegado con bandera de honesto y transparente, pero hay indicios que su estatus social nomás no cuadran con sus ingresos, de entrada, tendría que aclarar de donde salió el recurso para adquirir una casa en Veracruz para empezar- y mientras el hace énfasis en el que el programa no se utiliza con fines políticos tal pareciera que afirma que es un programa meramente electorero de pies a cabeza.
Ya en semanas se sabrá quién será nuevo fiscal general de justicia de Tamaulipas, y es que el periodo para el cual fue elegido el michoacano Irving Barrios Mujica termina el 15 de diciembre así que hay que estar pendientes
El nombre que ha surgido con insistencia ha sido el de Javier Córdoba González actual secretario de seguridad pública de Victoria con basta experiencia en el área de procuración de justicia y una de las cartas fuertes para el puesto, así que no hay que perderlo de vista
Ahí quedo.