Altamira está articulando una estrategia turística integral que combina playa, turismo de naturaleza y laguna, patrimonio cultural y un nuevo polo comercial‑hotelero anclado en el CIMA y la llegada de hoteles de cadena.
Se busca aprovechar el turismo de playa mediante mejor acceso a la franja costera del municipio ligada a Miramar y a Playa Tesoro, donde ya se registran decenas de miles de visitantes en periodos recientes.
Un eje clave es la regularización y ordenamiento de terrenos, más la mejora de vialidades y seguridad, dada la presencia de instalaciones portuarias y de la Marina en el corredor Altamira‑Tampico.
La Laguna de Champayán y la Isla de la Esperanza se han consolidado como los principales atractivos recreativos de Altamira, con más de 205 mil paseantes en la laguna y más de 122 mil visitantes en la isla en los últimos meses reportados.
El puente flotante peatonal que conecta el parque de la laguna con la Isla de la Esperanza se promueve como nuevo ícono turístico, acompañado de reforestación, andadores, áreas de convivencia y actividades náuticas tipo “Náutica Altamira”.
El municipio impulsa rutas y productos de turismo cultural que incluyen la glorieta/plaza dedicada a Cuco Sánchez, nuevos museos y paseos turísticos en tren o camiones temáticos, integrados a eventos masivos como Fiestas de Mayo y Carnaval.
Paralelamente se modernizan espacios productivos como el muelle y el centro de acopio de pescados y mariscos, con potencial para turismo gastronómico y de mercado popular alrededor de la zona centro y ribereña.
El Complejo Integral Multidisciplinario de Altamira (CIMA) se construye como gran equipamiento educativo, cultural, deportivo y de convenciones, con inversión superior a 260 millones de pesos en sus primeras etapas y conclusión prevista hacia 2026.
Este complejo se proyecta como ancla de un nuevo corredor urbano con plazas comerciales, espacios culturales, restaurantes y servicios, pensado para atraer turismo de eventos, congresos y espectáculos regionales.
Dentro de esta visión se inserta la llegada de un hotel de la cadena Marriott a Altamira, con un edificio de alrededor de 14 niveles, 140 habitaciones y plaza comercial integrada, orientado principalmente al turismo de negocios vinculado al corredor industrial y portuario.









