La Virgen de la Misericordia será un signo visible y trascendente de fe y amor, capaz de transformar los corazones, tal como lo hizo Nuestra Señora de Guadalupe al ponerse en camino para cambiar la historia de un pueblo, afirmó el Obispo de la Diócesis de Victoria, Óscar Efraín Tamez Villarreal.
El prelado recordó que el pasado 12 de diciembre presidió la Misa y la Bendición de la imagen de la Virgen de la Misericordia, recientemente colocada en El Chorrito.
“Esta imagen viene a recordarnos a la gran intercesora que el Señor nos ha dado; ella es mamá, el signo más claro del amor que acompaña al ser humano”, expresó Tamez Villarreal.













