México.- La falta de certidumbre en el estado para la inversión extranjera obligaría a IKEA, empresa sueca dedicada a la producción de muebles, a replantear su intención de establecerse en Nuevo León, advirtió Sergio Reséndez, director regional norte de Colliers Internacional, firma consultora de bienes raíces.
Agencias
“Ellos –IKEA- Iban muy adelantados en su gestión, al grado de que ya estaban en las negociaciones para la inversión, pero sí sé que van a replantear la estrategia de cómo van a ingresar a México. A ellos les interesa el país y creen que Monterrey es la puerta de entrada, sobre todo por su cercanía con Estados Unidos”, dijo Resendez.
Señaló que, “independientemente del tema legal y de los contratos, es el incumplimiento que pudiera tener un acuerdo que tenga una empresa con el gobierno correspondiente, lo que afecta”.
En diciembre pasado, la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedec), adelantó que IKEA analizaba a Nuevo León como una de las entidades en donde podría instalar una planta en la que invertiría entre 80 y 90 millones de dólares, noticia que confirmada posteriormente por el Secretario de Economía Ildefonso Guajardo.
Reséndez dijo que Colliers International ofreció servicios de consultoría en inversión a IKEA, “pero si no encuentran un tema de respaldo desde los tres niveles de gobierno, que les dé la certeza de los incentivos, sí pudiesen incluso cancelar el proyecto y seguir creciendo como lo han hecho en EU y expandir algunas de sus operaciones allá”.
El Financiero solicitó una entrevista con Samuel Peña Guzmán, Subsecretario de Inversión y Fomento Industrial, de la Sedec para conocer el estatus del proyecto IKEA, sin embargo la petición no fue atendida.
El consultor de Colliers Internacional dijo que recientemente se reunió con un grupo de empresas coreanas con intenciones de establecerse en el país, sin embargo cuestionaron la certeza en el estado, dado las negociaciones que tiene la armadora KIA con el gobierno estatal.
“Este viernes pasado de manera privada tuvimos la visita de un grupo de más de 60 empresas coreanas y una de las preocupaciones que tienen, no sólo en el caso de KIA, sino en general, es el tema de la incertidumbre para la inversión extranjera”.