¿Quieres ser Diputado?, se le preguntó en el pleno de la Cámara de Legisladores federales al niño de escasos nueve años pero con un coeficiente intelectual alto, tan alto que a esa edad ya aprobó un diplomado impartido por la UNAM en materia de Bioquímica y Biología Molecular.
“No, yo no quiero ser como ustedes, yo quiero ser científico”, fue la respuesta que les dio a los Diputados Federales en una reunión, obvio, no sorprenden sus palabras pero si espantan.
De su respuesta las interpretaciones se vinieron en cascada, no faltó quien dijera que el niño por ser genio dijo que no quiere ser Diputado porque sería denigrante, más con la fama de corruptos, sinvergüenzas, flojos y buenos para nada que se carga casi todos ellos.
Por supuesto que la sinceridad de Carlos Antonio Santamaría Díaz, así se llama el menor de 9 años considerado como niño genio, fue más interpretada que ganas de denostar a los Legisladores, quizá lo único que quiso decir fue que quiere ser un hombre que cambie la vida de las personas creando conocimientos pero nadie lo tomó por el lado amable, al contrario, hicieron trizas a los legisladores.
La respuesta, le insisto, en las condiciones que se haya dado, no sorprende, las encuestas tienen a los legisladores, más si se trata de Diputados, como lo peor de la política, como los hombres que solo roban, saquean, trafican con el poder y las influencias, se dan vida de reyezuelos y todo a cambio de levantar el dedo, irse a quedar dormidos a una curul o sin hacer nada.
También, le repito, se haya dado como se haya dado, descontextualizada o no, la respuesta espanta, da terror porque refleja que estamos alejando a los niños de la política, alejando a los pensadores de esa actividad, a quienes realmente pueden cambiar de manera positiva al país.
Espanta la respuesta de Carlos Antonio porque luego, a la hora de las elecciones, en lugar de votar por intelectuales, científicos, licenciados, abogados, ingenieros, personas con inteligencia y preparación pues nos tenemos que conformar con payasos, muñequitos que se sienten bordados a mano, príncipes de la soberbia y hasta con Shira, en el caso de los victorenses.
Vaya, es tiempo de que los padres de familia evitemos seguir poniendo etiquetas a la única actividad que nos puede sacar de nuestros problemas, a la política, porque solo mediante la misma se pueden elegir buenos gobernantes, hacer mejores ciudadanos, tener, por fin, gobiernos decentes y que piensen más en el futuro de su patria, la chica y la grande, que por el bolsillo y las cuentas bancarias propias, de sus amigos, amantes, amiguitos y amiguitas, y demás cercanos.
La política no es mala, al contrario, su concepto es que se trata de la actividad del ser humano en busca del bien común. Los malos somos los ciudadanos que elegimos a personajes de negro pasado como Alcaldes, Diputados, Gobernadores, Presidentes de la República, que votamos a favor de alguno de ellos a cambio de un billete, despensas o que nos incluyan en los beneficios de programas sociales, o peor aún, nomás porque están guapos, guapas, salieron en la tele o en venganza contra gobiernos o partidos políticos.
No hace mucho tiempo le pregunté a Enrique Cárdenas del Avellano, quien ya fue un par de veces Diputado, entre otras cosas, el por qué de la mala fama de los políticos y su respuesta fue franca.
“Nosotros tenemos la culpa porque nos hemos dejado rodear de una bola de sinvergüenzas, es cierto, en la política, dentro de los Diputados, hay mucho ladrón y huevones pero también hay de otros, los que trabajan mucho, hacen las cosas bien, nadamás que no se notan tanto y ahí también tenemos la culpa porque no difundimos nuestras tareas, lo que hemos hecho en beneficio del ciudadano”.
Valga la reflexión, y el tema del niño genio, para recordarle que estamos en un proceso electoral en Tamaulipas, por favor, usted no se harte, al contrario, revise bien los expedientes de los candidatos al gobierno del Estado, a las presidencias municipales, a Diputados, lleve a sus hijos a la campaña y enséñeles lo que busca, haga mucha política porque solo eso nos podrá sacar adelante y nos ayudará a evitar a esa bola de sinvergüenzas de los que hablaba Enrique Cárdenas lo que se traducirá en mejores gobiernos y mayor bienestar, tranquilidad, paz y oportunidades para sus hijos.
En otras cosas… intensa gira de trabajo del gobernador Egidio Torre Cantú por diversos municipios de Tamaulipas, en Victoria, muy temprano, entregó una Unidad para la Mujer en el Hospital General de esta capital la cual servirá para cuidarlas, prevenir sus enfermedades, tratarlas con mejor calidad, luego en Nuevo Laredo inauguró obras de vialidad y en Matamoros arrancó un centro para la investigación de productos de la industria de la transformación.
En entrevista dijo que la sociedad civil le está dando mucha fortaleza a Tamaulipas, reiteró que su gobierno seguirá dando condiciones para que el crecimiento del Estado siga al mismo ritmo y con la confianza del empresariado como se está dando hasta ahora.
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