EN un escenario político muy parecido al de hace cuatro años, mañana martes, el pueblo norteamericano decide si ratifica por un período más al presidente republicano DONALD TRUMP o entrega la conducción del país al demócrata JOE BIDEN.
Al igual que en 2016, TRUMP llega a las urnas con desventaja en la intención del voto ciudadano, según distintas empresas encuestadoras, por lo que centró sus esfuerzos en cierre de campaña en los estados clave por su importancia en el voto electoral.
Michigan, Iowa, Carolina del Norte, Georgia y Florida fueron los cinco estados que recorrió el mandatario estadounidense, ante la imperiosa necesidad de obtener al menos los 270 votos electorales de 538 repartidos entre los 50 estados que componen la Unión Americana, de acuerdo a su densidad poblacional y al número de representantes en la Cámara y en el Senado. De ahí la importancia de reforzar el proselitismo en los estados llamados “péndulo” en donde, generalmente, se decide el proceso electoral.
Su rival político, JOE BIDEN, cerró su campaña proselitista en el industrial estado de Pensilvania acompañado del expresidente BARACK OBAMA, en un esfuerzo para impedir que DONALD TRUMP triunfe electoralmente como en 2016 que derrotó a su contrincante HILLARY CLINTON.
A escasas hora del día masivo de votación en las urnas, 94 millones de ciudadanos yanquis habían emitido su voto anticipado. El padrón de votantes en los Estados Unidos es de 230 millones.
TRUMP confía en superar las estadísticas adversas del voto ciudadano con el respaldo de al menos 270 de los 538 integrantes del Colegio Electoral, de acuerdo al sistema de elección consagrado en la Constitución de los Estados Unidos.
En la elección presidencial de hace cuatro años, la demócrata HILLARY CLINTON superó al republicano DONALD TRUMP por 2 millones 800 mil votos ciudadanos, pero no llegó a la Casa Blanca debido a que la votación mayoritaria del Colegio Electoral favoreció al magnate neoyorquino.
Para bien o para mal, justo o injusto, lo cierto es que ese sistema eleccionario es lo que establece la Constitución de los Estados Unidos, por lo que los candidatos contendientes saben perfectamente que el número de votos que ganen es menos importante que dónde los ganen.
Lo reñido e importancia de la elección presidencial habrá de centrar los ojos del mundo entero en la potencia del norte, pero, al mismo tiempo, ha generado incertidumbre ciudadana ante la probabilidad de que el resultado provoque dudas y se generen disturbios. En Nueva York y Washington se han tomado medidas preventivas ante eventuales movimientos de protesta.
DONALD TRUMP llega a la cita con los electores con cifras catastróficas generadas por la enfermedad Covid-19 que ha cobrado más de 230 mil víctimas mortales y contagios que colocan a la Unión Americana en la cima de tan funesta estadística.
Como mero dato informativo, hay que precisar que las condiciones de la época fueron determinantes para que la elección fuera el primer martes de noviembre, tomando en cuenta que el domingo es considerado como descanso cristiano; el lunes los electores viajaban a las ciudades sedes de votación; y el martes acudían a las urnas. Respecto a por qué en el mes de noviembre, la explicación es que ese mes la cosecha se detenía y las posibilidades de lluvias o ciclones eran mínimas.
Finalmente, si se pretende vincular la elección presidencial en los Estados Unidos con la política mexicana, no hay que olvidar que el tío Sam no tiene amigos, solo intereses.
DESDE EL BALCÓN:
Las cosas se complican en la Agencia de Noticias del Estado Mexicano (NOTIMEX) ante la falta de un supuesto o real tacto político, o bien ante una postura ciega en materia anticorrupción. Por lo pronto, la titular SANJUANA MARTÍNEZ MONTEMAYOR es investigada por la Secretaría de la Función Pública (SFP) ante la denuncia de desacato judicial por parte de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
AGUSTÍN LOZANO DELGADO, director editorial de Notimex, está haciendo uso del derecho de réplica. RICARDO RAPHAEL, articulista de Milenio, recibió algunas precisiones.
II.-De acuerdo a datos oficiales del SAT y del INEGI, solo Tamaulipas, Nuevo León y Colima son entidades capaces de mantener autonomía fiscal. Sin embargo, Tamaulipas es el segundo estado que recibe menos recursos de la Federación a pesar de su alta captación. Anualmente recauda poco más de 275 mil millones de pesos y recibe poco menos de 47 mil millones de pesos.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx