Agencias.- La pandemia de COVID-19 impactó de diversas formas a los consumidores mexicanos, ya que, ante un incremento en el desempleo y menores ingresos, buscaron alternativas para alimentar a la familia.
Karina Álvarez, analista de Euromonitor, señaló que, debido a la situación económica de 2020, un gran porcentaje de consumidores optaron por productos lácteos como fuente de proteína en vez de carnes, las cuales tienden a ser más caras.
“La pandemia benefició de diversas formas a la industria láctea. Las personas, al estar más tiempo en casa y con menos recursos económicos, incrementaron sus compras de lácteos, como yogures y quesos”, dijo.
Durante el Congreso del Sector Lácteo 2020 organizado por la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (CANILEC), la analista de Euromonitor detalló que para este año se prevé un crecimiento de 2.4 por ciento a tasa anual en las ventas minoristas de productos lácteos.
Este incremento sería el primer dato positivo en los últimos tres años, ya que en 2018 y 2019 las ventas minoristas cayeron 1.5 y 0.7 por ciento a tasa anual, respectivamente.
Un factor importante para este crecimiento fue el cambio que se observó en los canales de distribución, ya que, antes de la pandemia, las personas adquirían productos lácteos en supermercados o restaurantes, ahora lo hacen en las ‘tienditas de la esquina’.
La pandemia aceleró diversos fenómenos en la industria, entre los que se encuentra una tendencia por volver a lo local.
“Por problemas en las cadenas de suministro y por la situación económica, varios consumidores apoyan a los negocios locales; también existe cierta nostalgia a través de la comida, por lo que las personas están tratando de volver a sus raíces durante estos tiempos difíciles”, puntualizó.
Por otra parte, Hilda Paredes, gerente de marketing de Dupont, puntualizó que la industria enfrentará importantes retos hacia el futuro,
“La industria láctea se ha visto afectada por varios frentes, como la pandemia del COVID-19, una economía deteriorada y por el nuevo etiquetado que cuestiona el valor nutrimental de ciertos productos”, indicó.
Se espera que el Producto Interno Bruto per cápita disminuya 5.2 por ciento a nivel global en 2020, por lo que los consumidores se refugiarán en productos más asequibles.
“Podríamos ver una inyección en el mercado de ‘marcas propias’, que ofrezcan productos de calidad y versátiles para el bolsillo del consumidor”, apuntó.