Agencias.- Ya se encuentra en marcha el despliegue ruso de dos millones de dosis disponibles para población de riesgo de la vacuna Sputnik V contra COVID-19.
De acuerdo con medios especialistas, la vacuna en sí, no ha sido aprobada oficialmente, ya que los estudios han demostrado una eficacia de 92%. Dicha vacuna se administra en dos inyecciones, la segunda dosis se aplica 21 días después de la primera.
Una de las recomendaciones más llamativas es que los vacunados deben evitar los lugares públicos y reducir la ingesta de medicamentos y alcohol dentro de los primeros 42 días después de la primera dosis.
“Los vacunados deben evitar los lugares públicos y reducir el consumo de medicamentos y alcohol, que podrían inhibir el sistema inmunológico, dentro de los primeros 42 días de la primera de las dos dosis”, admitió la viceprimera ministra rusa, Tatiana Golikova.
La vacuna, además, está limitada para personas de hasta 60 años. Además, las personas con condiciones de salud subyacentes, embarazadas o que han tenido una enfermedad respiratoria durante las últimas dos semanas, no pueden recibirla.
La vacuna de fabricación rusa se pondrá primero a disposición de médicos y otros trabajadores médicos, maestros y trabajadores sociales.
De todos modos, se trata de un programa de vacunación voluntario. Rusia ya ha vacunado a más de 100,000 personas de alto riesgo. Rusia ha desarrollado dos vacunas COVID-19. Además de la Sputnik V, que cuenta con el respaldo del Fondo de Inversión Directa de Rusia, y hay una segunda en marcha a cargo del Instituto de Vectores de Siberia.
Sin embargo, las pruebas finales para ambas aún no se han completado, por lo que científicos han expresado su preocupación por la velocidad a la que Rusia ha autorizado las vacunaciones masivas.
