Hubo un decremento del 55 al 60 % en la afluencia turística, debido a la pandemia del coronavirus durante el año pasado, lo cual repercutió en una pérdida de empleos y disminución de en la derrama económica, al dejar de recibirse 14 millones de turistas.
Fernando Olivera Rocha, titular de la secretaría de Turismo en Tamaulipas, señaló que la pandemia del COVID-19 dejo un decremento de un 55 a 60% de la actividad turística en el estado, pero hizo hincapié en que durante el último trimestre se empezó a tener una recuperación en la ocupación de hotelera de hasta un 45 porciento, luego de que llego a caer hasta un 10 porciento.
Insistió en que los porcentajes de ocupación hotelera durante los meses de noviembre y diciembre están ya dentro de los porcentajes históricos solo un 19% debajo del promedio anual de esos meses.
Así recalcó que empieza a ver cifras de recuperación luego de los números difíciles reportados durante el segundo trimestre.
Olivera Rocha, indicó que la próxima semana se cerraran las cifras del 2020, en el sector turismo, pero todo hace indicar que se habrá de cerrar en alrededor de cinco millones de turistas que visitaron Tamaulipas, esta cifra contrasta con la cifra del 2019 que fueron poco más de 19 millones de visitantes.
En ese sentido, comentó que en Ciudad Madero y Tampico es donde se tuvo el mayor impacto pues es en estos lugares a donde arriba la mayor afluencia de turistas durante las vacaciones de Semana Mayor y en verano.
Reiteró que el año se cerró con cifras más optimistas luego de que se tuvo una caída de hasta el 90% de la actividad y se termina con una recuperación del 45 porciento, y con una tendencia a la mejoraría al estar abajo solo un 19% en la ocupación hotelera.
Por otra parte, ante los incremento en los contagios de coronavirus, comentó que se espera que la Comisión de Seguridad en Salud Pública no restringir el porcentaje de ocupación permitido pues si podría repercutir en el arranque del año, lo mismo en los restaurants.
El titular de Turismo en Tamaulipas, comentó que por ahora hay incertidumbre pues aun cuando hubo repuente durante el mes de diciembre a los destinos de playa, la nueva cepa del COVID-19 se constituye una amenaza la cual no permitiría continuar con la recuperación.