Dr. Jorge A. Lera Mejía
En México hasta el cierre del 2018, se contaba con un registro aproximado de 5 millones de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) de acuerdo al INEGI.
Las Mipymes concentran el 99.8% de los negocios en el país ya que, de las cerca de 5 millones de empresas (4.9 millones) unidades económicas del sector privado y paraestatal, 95.0% son tamaño micro (0 a 10 personas ocupadas); 4.0% son pequeñas (11 a 50 personas); 0.8% son medianas (51 a 250 personas) y sólo el 0.2% restante se consideran grandes (251 y más empleados).
Este sector mipymes empresarial, generan poco más del 72% de los empleos formales e informales del país y cerca del 52% del valor agregado (PIB) nacional.
Adicionalmente, gracias a las mipymes, la economía fiscal permite la entrada de impuestos que dan valor al sector público, siendo las mipymes las empresas con mayor índice de causantes cautivos en la SHCP.
Primero, ante la crisis incipiente del primer año del gobierno actual, la economía mexicana registró una ligera caída del 0.1% del PIB, después de venir registrando tasas de crecimiento promedio anual del 2.3% en la última década.
Posteriormente, ante la crisis recurrente y el impacto de la pandemia del Covid-19, el año 2020 se sufrió una inédita caída recesiva cercana al 8.5% del PIB, que hizo perder más de 4.5 millones de empleos formales e informales, siendo el sector económico más golpeado, el de las citadas mipymes.
Así las cosas, al contar con los datos oficiales publicados esta semana por el INEGI, nos enfrentamos que, la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 obligó a que 1,010,857 empresas de tamaño micro, pequeños y medianos cerraran permanentemente sus operaciones en México, reveló el segundo conjunto de resultados del Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) publicado por el INEGI.
Este dato duro, nos permite reconocer que en México, cerca de la quinta parte de las 5 millones de mipymes sufrieron el colapso más grave que se tenga memoria en los últimos 40 años.
Dicho lo anterior, las empresas clausuradas por los efectos del COVID-19 durante el 2020 representaron al 20.8% de los 4.9 millones de establecimientos registrados ante el INEGI en 2019. Lo anterior indica que sobrevivieron 3.9 millones del total, es decir, el 79.2%.
Por otra parte, el EDN reveló que a 17 meses de concluido el levantamiento censal nacieron 619 mil 443 empresas que representan 12.8% de la población de negocios del país. Si suman a las empresas sobrevivientes del COVID-19, en México quedaron establecidas 4,465,593 compañías del sector formal e informal.
Al comparar la cifra total de unidades económicas que estima el EDN en septiembre de 2020 (4,465,593) con las captadas por los Censos Económicos en mayo de 2019 (4,857,007) México perdió el 8.1% de sus mipymes en poco más de un año.
El EDN también muestra que los establecimientos nacidos durante 2020 tienen en promedio dos personas ocupadas. Por el contrario, las empresas que cerraron en ese mismo año tenían en 2018 de tres personas ocupadas, cifra semejante a la que mantuvieron los negocios sobrevivientes.
Por tamaño de establecimiento, se observó que pequeñas y medianas empresas que surgieron entre mayo de 2019 y septiembre de 2020 tienen un promedio de 21 personas ocupadas. De los que cerraron sus puertas, en 2018 tenían un promedio de casi 29 y, los sobrevivientes se redujeron en 7 personas durante el mismo periodo.
Un subrayado que se debe reconocer, es que no obstante se empiecen a crear nuevas mipymes, el saldo final ante el millón de empresas afectadas por el cierre definitivo no se repondrá en al menos 10 años de recuperación del PIB, siendo este factor un retroceso económico sin paralelo que muestra por otra parte, la insuficiencia de políticas públicas monetarias y fiscales de apoyo tanto de la banca como de los tres órdenes de gobierno, que no han atinado respaldar a este sector clave del desarrollo de un país como México…