Reduce ejercicio hasta 8 veces la mortalidad de pacientes con COVID-19

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Agencias.- Así como el estado de salud y el tipo de alimentación influyen en la evolución del Covid-19 en los pacientes, el ejercicio que practican las personas que se contagian con el virus del SARS-CoV-2 también puede influir en que la infección sea menos grave.

De acuerdo con los resultados del estudio realizado en el Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos, en España, hacer actividad física de forma regular aumenta hasta ocho veces las posibilidades de supervivencia en pacientes de Covid-19 respecto a aquellos que llevan una vida sedentaria.

Las autoridades sanitarias han indicado que los pacientes con factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes, obesidad y fumadores, y enfermedades sistémicas previas, como cardíacas, pulmonares, renales, hepáticas, cerebrovasculares o patologías oncológicas, tienen un peor pronóstico si contraen la infección.

Los estudios previos sugieren que el ejercicio por sí mismo puede reducir el riesgo de mortalidad; sin embargo, lo que no se había estudiado hasta ahora era la influencia de la actividad física como factor modificador de la mortalidad por Covid-19, es decir, si hacer ejercicio de forma regular tiene un efecto directo sobre la gravedad de la infección.

Investigadores analizaron los casos de 520 pacientes con edades comprendidas entre 18 y 70 años diagnosticados de Covid-19 y hospitalizados en el Hospital Clínico San Carlos entre el 15 de febrero y el 15 de abril de 2020.

Tras el alta se les realizó una encuesta telefónica para evaluar el estado de su condición física conforme a la escala RAPA (Rapid Assessment of Physical Activity Scale) de la Universidad de Washington, que mide la intensidad aeróbica del ejercicio físico así como la fortaleza muscular y la flexibilidad entre otros parámetros.

Los pacientes fueron divididos en dos grupos: los que llevaban una vida sedentaria (57.1%) y los que realizaban ejercicio de manera regular dos días a la semana con una duración de al menos treinta minutos cada día (42.9%).

 

Las conclusiones del estudio no dejan lugar a dudas:

A pesar de que los pacientes sedentarios y los activos presentaron síntomas similares al ingreso, los sedentarios evolucionaron peor y sufrieron más síndrome respiratorio agudo, insuficiencia renal e insuficiencia respiratoria.

La mortalidad fue mayor en los pacientes sedentarios. Los pacientes activos presentaron un riesgo de mortalidad de 1.8 por ciento frente al 13.8 por ciento del grupo con un estilo de vida sedentario, es decir, que las personas que hacen ejercicio tienen hasta 8 veces más probabilidades de supervivencia que las sedentarias.

Otros estudios

En otro estudio, publicado en The International Journal of Obesity, las personas que podían caminar con rapidez, un indicador aceptado de la aptitud aeróbica, desarrollaron la enfermedad en proporciones mucho menores que los caminantes perezosos, incluso si los caminantes rápidos tenían obesidad, un factor de riesgo conocido para la enfermedad grave.

En otro estudio de adultos mayores en Europa, una mayor fuerza de agarre, indicador de la salud muscular general, fue señal de un menor riesgo de internación por Covid-19.