Agencias.- Después de darse a conocer la venta de vacunas apócrifas contra covid-19, el 17 de febrero en Nuevo León y el decomiso de las Sputnik V que iban a Honduras, el 24 de marzo, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, descartó que se haya detectado algún componente o persona afectada por ser vacunada con alguno de esos falsos biológicos.
“No identificamos ningún elemento que pudiera poner en riesgo a la población y que requiriera que se hiciera una advertencia sanitaria. Si así hubiera sido, seguramente con el consenso de la Fiscalía General de la República estaríamos en posibilidades, con la población, de hacer ese señalamiento, pero no es el caso”, informó en la conferencia de prensa vespertina sobre covid-19.
Sobre el componente usado, comentó que “pudo haber sido cualquiera” pero no hay nada que desde el momento de detectarse el problema haya requerido una alerta a la población.
“Insisto, si en algún momento se identificara esto, estaríamos en la obligación de emitir la alerta, consensuaríamos con la FGR y si está de acuerdo harían el pronunciamiento y eso se realizará cuando la fiscalía termine sus procesos de investigación.
“Por decisión o por respeto a la ley no puedo decir absolutamente nada de lo que nosotros sabemos en los estudios que se han hecho en Cofepris o la Secretaría Salud que tiene que ver con esa situación que tiene que ver con la FGR”, indicó.
López-Gatell llamó la atención en la recirculación de una noticia en medios internacionales y nacionales sobre el hallazgo de una casa de vacunación clandestina que ocurrió en Nuevo León, pues lo tomaron como descubrimiento cuando se anunció esa situación el 17 de febrero en esta conferencia de prensa y que fue alertado por el secretario de salud de Nuevo León, Manuel de la O Cavazos.
“Se trató de una casa clandestina, una especie de clínica que había sido divulgada a través de diversos medios, de internet y redes sociales, que a su vez fue detectada por la Policía Cibernética.
“Se encontró esa clínica, se vendía lo que se suponía era la vacuna de Pfizer en unas cantidades desorbitadas, de 40 a 50 mil pesos se estaba pidiendo por esa vacuna”, mencionó.
Se confiscó el producto y se detuvo a los presuntos responsables y está en manos de las fiscalías estatal y federal, y tampoco se ha identificado que las personas que hayan recibido este producto hayan tenido un problema de salud, insistió.
El síndrome post-covid
Al respecto, indicó que se han detectado diversas secuelas de quienes enferman de manera leve o grave de covid-19 y se les está dando seguimiento de manera externa.
“Es muy variable la experiencia post covid-19 y depende mucho la experiencia de la etapa primaria. Pero existe un síndrome que todavía está mal definido científicamente en el mundo, que se le empieza a llamar síndrome post-covid y que consiste en una serie de síntomas, de molestias funcionales porque algunos tienen explicación médica y otros no la tienen”.
Estos son: la fatiga súbita, una sensación que se quita, vuelve y no hay una razón clara de cómo contrarrestarlo y el dolor de cabeza, que viene y va y es un poco incómodo y no hay una guía médica.
“Hay personas que han tenido un covid-19 muy grave que estuvieron con intubación mecánica o el daño pulmonar fue muy intenso o que tenían ya de origen daño pulmonar por el tabaquismo, y sobre ese daño pulmonar se agregó el daño por covid-19”.
Sobre ellos, explicó que cuando se recuperan de la inflamación, sus pulmones desarrollan cicatrización en casi cualquier órgano del cuerpo, si no es que todos donde hubo inflamación y hubo cicatrización y es en forma de una red difusa.
“Los pulmones para funcionar necesitan moverse flexiblemente, la cicatrización que causa la reparación disminuye la capacidad de movilidad y hay personas que semanas o meses requieren oxigenación complementaria.