Agencias.- Yermín Mercedes está bateando de .346 con seis jonrones en su primera temporada en las mayores, cifras que deberían generar elogios del mánager y de todo aquel que apoye a los Medias Blancas.
Y no, no está al tanto de los “códigos” del beisbol, esas normas no escritas.
Tony La Russa dice que las conoce al dedillo y que piensa inculcárselas a su joven toletero dominicano, a quien achaca haber cometido un error de novato al sacar del parque un lanzamiento de 47 millas por hora hecho por un primera base de Minnesota.
O tal vez no fue un error realmente. Los “códigos” pueden ser confusos, incluso para quienes piensan que los saben todos.
Incluido un piloto septuagenario que parece decidido a confirmar todos a diario que no está al día con lo que sucede en el deporte, como dicen sus numerosos detractores.
“Me molestó porque no le tiras a un lanzamiento con la cuenta 3-0”, afirmó La Russa. “Los Mellizos sabían que estaba molesto. Con la ventaja que teníamos, es una cuestión de caballerosidad deportiva, de respeto al rival y al juego. Esto va a tener consecuencias que va a tener que soportar en nuestra familia. No va a volver a suceder. No lo va a volver a hacer”.
Tal vez no, en buena medida porque Mercedes es un pelotero de 28 años que juega su primera temporada en las mayores y hace lo que le pide el mánager. Imagínese, si quiere, al piloto de los Yanquis Aaron Boone diciéndole algo parecido a Aaron Judge si osase tirarle a un lanzamiento suave por el medio del plato en el momento equivocado.
Si La Russa quiere buscar culpables, hay muchos candidatos.
Las Grandes Ligas, para empezar, por permitir la farsa de que cualquier jugador puede ir al montículo en las entradas finales. Por mucho que le duela a la gente que los pitchers sigan bateando en la Liga Nacional, es mucho peor cuando un jugador que no es pitcher tome la lomita.
El mánager de los Mellizos Rocco Baldelli es otro candidato. Tiene 13 lanzadores en su nómina de 26 peloteros y había usado a solo cuatro cuando mandó al primera base Williams Astudillo al montículo en la novena entrada de un juego que su equipo perdía 15-4.
Y, finalmente, todo el concepto de que hay códigos, reglas no escritas que Mercedes parecía ignorar.
“Nos estábamos divirtiendo”, explicó el dominicano. “Así es el beisbol”.